EL CRISTIANISMO.
Porque hemos hallado que este hombre es una plaga, y
promotor de sediciones entre todos los judíos por todo el mundo, y cabecilla de
la secta de los nazarenos”, Hechos 24:5
Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza,
pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría”, Colosenses
3:5
En la época de Jesús, siglo I, el imperio Romano dominaba
casi todo el mundo conocido, la cultura griega o cultura helénica se había
extendido por todos los reinos, sus miles de dioses a los que atribuían
diferentes funciones, eran el centro de sus prácticas inseparables del sistema
político; les rendían culto, les tenían gran temor y superstición; esta era la
dirección del mundo. Pero una pequeña provincia, entre la inmensidad de las
regiones del mundo, creía en un solo Dios.
Cuando los primeros cristianos iniciaron a anunciar el
mensaje de Jesús, fueron llamados Secta”, porque adoptaron principios
contrarios a los de aquella época, anunciaban que Dios por amor se había
encarnado y muerto en una cruz por los pecados de la humanidad (Filipenses
2:6-11); este mensaje transformador causó que fueran perseguidos y asesinados.
El cristianismo era y es el único mensaje que anuncia que no
es cierto que por nuestras buenas obras alcanzaremos el favor de los dioses y
la salvación, sino que había un solo Dios que por amor y ante nuestra
incapacidad de salvarnos envió a su hijo unigénito (Romanos 5:6).
Las cosas no han cambiado mucho, el mundo sigue creyendo en
dioses, en ídolos humanos, coloca su confianza en el dinero, la fama, alienta
prácticas inmorales y su base de creencias está llena de supersticiones; se
pone la confianza en la astrología y en prácticas novedosas que ofrece la
gloria temporal del mundo.
Pero un pequeño grupo de verdaderos creyentes, declaramos
que hay un sólo Dios, un sólo Salvador y un sólo Señor: Jesucristo. Seguimos
confesando que Dios en su amor envió a su hijo para que todo el que escuche
este mensaje y crea sea salvado, sea librado de toda condenación, salga de la
mentira insertada en el mundo actual y como consecuencia sea verdaderamente
libre.
Así como en aquella época el cristianismo era diferente
frente a todas las creencias existentes, así mismo los cristianos somos
diferentes, pero ¿cómo marcamos diferencia? Hagamos morir todo lo terrenal, no
practiquemos la fornicación, vivamos cada día creciendo en el conocimiento del
Señor, apartados del mundo y de aquellas costumbres que estén en contra de los
principios bíblicos, no nos dejemos guiar por los malos deseos sino por su
Espíritu, alejados de toda avaricia, viviendo en sabiduría y prudencia.
Estamos llamados a ser diferentes, por amor a Cristo que se
dio a sí mismo por nosotros; Él nos enseñó el camino de rectitud y nobleza que
debemos seguir. Oración.
Señor, que mi vida sea digna de imitar, dame la fuerza para
apartarme de todo aquello que no te agrada y que lastima mi vida, que sea
ejemplo y marque diferencia en el mundo, para que todos puedan ver tu luz en
mí, y se conviertan a ti. Amén. Difundiendo
el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para
ese propósito.
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