HAZ QUE REALICE BIEN MI TAREA
un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por
todos, y en todos. Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la
medida del don de Cristo. Por lo cual dice: Subiendo a lo alto, llevó cautiva
la cautividad, y dio dones a los hombres", Efesios 4:6-8
En la relación de Dios con su iglesia podemos distinguir tres
frases proposicionales: “sobre todos, por todos y en todos”. La primera frase
“sobre todo”, se refiere a Dios como la autoridad máxima que reina sobre todos,
reina sobre la creación, reina sobre la familia estableciendo su orden y reina
sobre la iglesia en unidad espiritual.
La segunda frase “por todos” representa la inmanencia de Dios
con su presencia, que penetra, controla y sustenta todas las cosas. Su obra se
manifiesta a través de todos sus hijos por medio de la iglesia influyendo en
todo lugar.
Finalmente, la frase “en todos”, indica que el Señor mora en
cada creyente por medio de su Santo Espíritu en una relación única, íntima y
personal. Esta presencia es la que da unidad a la iglesia, independientemente
de la diversidad de sus miembros, trayendo la comunión de unos con otros y con
el Padre, Hijo y Espíritu Santo.
También nos muestra la particularidad de cada creyente, que
ha recibido por la gracia de Dios dones para servir y ser de bendición para la
iglesia. Ese don conferido por Cristo a través del Espíritu Santo es la
capacidad o dotación para realizar un oficio en especial y desarrollar así, los
distintos ministerios. Efesios 4:11-12 “Y él mismo constituyó a unos,
apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y
maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para
la edificación del cuerpo de Cristo.
El Señor Jesucristo que venció la cautividad de nuestras
almas del pecado, la muerte y el dominio de Satanás, asciende glorioso a los
cielos y en vez de tomar tributo por la victoria, reparte dones a los hombres,
dándolo todo. Efesios 4:10 “El que descendió, es el mismo que también subió por
encima de todos los cielos para llenarlo todo”. Vuelve al cielo que había
abandonado por un tiempo después de cumplir con su misión en la tierra, toma de
nuevo su lugar y le da de su gloria a los suyos, dotándolos de dones para que
su iglesia pueda continuar la obra de extender su reino en la tierra hasta que
él vuelva.
Demos gracias a Jesús por su generosidad, no sólo vino a dar
su vida para rescatarnos, sino que nos escogió para llenarnos de su presencia y
dotarnos de diversidad de capacidades espirituales para poder servirle. Oración.
Amado Jesús, ¡cuánta generosidad hay en tu corazón!, no sólo
te desprendiste de toda tu majestad para hacerte hombre y venir a morir por mis
pecados, sino que en tu infinita gracia me dotaste de capacidades espirituales
para servirte y cumplir con tu mandato de llevar el evangelio. Gracias Señor.
Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para
ese propósito.
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