GRACIAS POR TU AMOR
Porque Jehová redimió a Jacob, lo redimió de
mano del más fuerte que él. Y vendrán con gritos de gozo en lo alto de Sion, y
correrán al bien de Jehová, al pan, al vino, al aceite, y al ganado de las
ovejas y de las vacas; y su alma será como huerto de riego, y nunca más tendrán
dolor. Entonces la virgen se alegrará en la danza, los jóvenes y los viejos
juntamente; y cambiaré su lloro en gozo, y los consolaré, y los alegraré de su
dolor”, Jeremías 31:11-13
Aunque esta promesa dada a Jeremías fue para el pueblo de
Israel, nos muestra la bondad y el amor de Dios para con la humanidad. El Señor
siempre está dispuesto a rescatar a los seres humanos y a redimirlos del lazo
de Satanás, el príncipe que domina este mundo. Ningún enemigo por más fuerte
que sea puede impedir que Dios libere al que le anhela en su corazón.
El pueblo de Israel fue redimido de la esclavitud de
Babilonia y llevado nuevamente a su tierra para que disfrutaran de todo el bien
de Dios, de toda su bondad y bendiciones descritas aquí como un huerto de
riego. Su objetivo no era solo suplir sus necesidades temporales y quitar todo
el dolor por el que habían pasado en su cautiverio, sino que su pueblo le
buscara de nuevo en oración y adoración, sin embargo, el pueblo regresó a su
tierra, pero no regresó al Señor.
A veces nos preguntamos ¿cómo Dios insiste en restaurar a
Israel si ha sido tan infiel? La respuesta es que Él ama con amor eterno y
cumplirá todas sus promesas en su tiempo y de acuerdo a su plan y propósito.
Dios nos alcanza con su amor misericordioso y está dispuesto
a hacer lo mejor por nosotros si se lo permitimos, por eso constantemente nos
advierte sobre las consecuencias de vivir en el pecado, que nos aleja de la
verdadera vida abundante de la llenura de su Espíritu y nos regresa a la
esclavitud de la cual Dios ya nos había rescatado.
Esta promesa es un recordatorio de su grandioso y eterno
amor por nosotros y la razón por la cual Él quiere restaurarnos completamente.
Ante su mirada todos somos pecadores y fue necesaria la muerte de Cristo para
proveernos redención.
¿Cómo puede amarnos a pesar de lo que somos? ¿Cómo puede
pensar bien de nosotros, siendo el Dios bueno y santo que es? Porque nos ama no
por lo que ve en nosotros, sino por lo que Él es. Como dice 1 Juan 4:8-9 “El
que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor. En esto se mostró el
amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo,
para que vivamos por él.
El amor incondicional de Dios es el más grande motivo para
permanecer amándolo y adorándolo. Oración.
Amado Dios, gracias por amarme con amor eterno y prolongar
sobre mí tu misericordia, ayúdame a caminar en la gracia y plenitud de tu
Espíritu y a disfrutar de tu amorosa bondad. Enséñame a confiar más
profundamente en ti y a serte fiel. Amén.
Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para
ese propósito.
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