Proverbios 9.7-12
“El temor de Jehová es el principio de la sabiduría” (Pr
9.10). A primera vista, puede ser difícil entender la relación entre estos dos
conceptos. ¿Cómo puede el temor a Dios hacernos sabios?
Primero, necesitamos entender lo que significa temer al
Señor. Este término se usa para referirse al temor reverencial a Dios que nos
lleva a reconocerlo como el Soberano del cielo y la Tierra, a someternos a su
voluntad, y a andar en obediencia. El resultado de tal respuesta será la
obtención de sabiduría.
Quienes se consagran a vivir para los propósitos de Dios, no
para los suyos, tendrán una mayor comprensión de Él. El Espíritu Santo les
capacitará para ver las circunstancias y las personas desde la perspectiva
divina. Esta clase de sabiduría va más allá de la percepción humana, y nos da
discernimiento para tomar decisiones que se ajustan a los planes del Señor para
nuestra vida. Al saber que Él siempre obra para nuestro bien, nos da el poder
para tener confianza tanto en los buenos como en los malos tiempos.
Quienes rechazan los mandatos del Señor le deshonran con su
negativa a reconocer su derecho a gobernar sus vidas. Es una necedad rebelarse
contra su autoridad y pensar que se puede ganar. Quienes no temen a Dios nunca
conocerán la verdadera sabiduría.
¿Cuál es su actitud hacia el Señor? Si de verdad lo
reverencia, escuchará sus mandatos y atenderá sus advertencias. El deseo de
honrarle y agradarle le motivará a dar la espalda al pecado y a buscar con
ahínco vivir en obediencia. El resultado será la sabiduría que va más allá de
la comprensión humana.
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