Permanezcan firmes en la fe
La fe está basada en dos creencias; la primera es que Dios
es quien dice que Él es, y la segunda que Dios hará lo que dice que Él hará.
Cuando tú crees que Dios cumplirá sus promesas, aun cuando tú no veas ninguna
manifestación física de esas promesas, tu estas operando en fe.
“Ahora bien, la fe es la garantía de lo que se espera, la
certeza de lo que no se ve. Gracias a ella fueron aprobados los antiguos. Por
la fe entendemos que el universo fue formado por la palabra de Dios, de modo
que lo visible no provino de lo que se ve. Por la fe Abel ofreció a Dios un
sacrificio más aceptable que el de Caín, por lo cual recibió testimonio de ser
justo, pues Dios aceptó su ofrenda. Y por la fe Abel, a pesar de estar muerto,
habla todavía. Por la fe Enoc fue sacado de este mundo sin experimentar la
muerte; no fue hallado porque Dios se lo llevó, pero antes de ser llevado
recibió testimonio de haber agradado a Dios. En realidad, sin fe es imposible
agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca a Dios tiene que creer que él
existe y que recompensa a quienes lo buscan.” Hebreos 11:1-6
“Les aseguro que si tienen fe y no dudan —les respondió
Jesús—, no sólo harán lo que he hecho con la higuera, sino que podrán decirle a
este monte: “¡Quítate de ahí y tírate al mar!”, y así se hará. Si ustedes
creen, recibirán todo lo que pidan en oración.”
Mateo 21:21-22
“Vivimos por fe, no por vista” 2 Corintios 5:7
La oración es una demostración física de nuestra fe en Dios,
que Él oye nuestras oraciones y que Él cumplirá sus promesas. Fe significa
descansar en Jesucristo por lo que Él hizo por nosotros en el pasado, pero
también significa confiar en lo que Él hará por nosotros en el futuro.
Sean hombres valientes (Pórtense varonilmente)
Se requiere mucha valentía para esperar por la sanidad de
tus seres queridos quebrado. El mundo nos bombardea con soluciones rápidas y
consejos tales como: “rehaz tu vida”
Se necesitan agallas para obedecer a Dios y esperar la
restauración de nuestra familia. Dios está de nuestro lado. Él nunca nos
dejará. Debemos fortalecernos en nuestra fe, sabiendo que Jesús está con
nosotros en cada paso que damos en esta prueba de la separación y/o divorcio.
“Sean fuertes y valientes. No teman ni se asusten ante esas
naciones, pues el SEÑOR su Dios siempre los acompañará; nunca los dejará ni los
abandonará.” Deuteronomio 31:6
“pero Jesús, hablándoles de inmediato, dijo: ¡Tengan ánimo,
soy yo, no tengan miedo!” Mateo 14:27
Oro para que encontremos
aliento y ánimo al saber que nuestro amado Padre, en unión con su Hijo y
por el poder del Espíritu Santo, están dando batalla a Satanás y sus huestes
por la salvación de tu casa y de tu familia.
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