Una llamada
de amor.
“Haya, pues,
en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en
forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino
que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los
hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose
obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.” Filipenses 2:5-8
Muchos están
esperando una llamada, sea de consuelo, de ánimo o una llamada que pueda
incluso salvar su vida, pero pocos están dispuestos a hacerla hoy, sobre todo
con el auge de los servicios de chat; pensamos que enviar una carita feliz o un
“hola” es suficiente para expresar el cariño. De razón el Señor predijo que el
amor de muchos se enfriará por haberse multiplicado la maldad; esta maldad
también impulsa la indiferencia y el egoísmo (Mateo 24:12).
Jesús, en
cambio, tomó la iniciativa de amarnos, tomando forma de siervo, se hizo
semejante a nosotros y se dio a sí mismo en la cruz en pago por nuestro
rescate; ahora se acerca a la puerta de nuestro corazón y llama por medio del
evangelio, si alguien escucha su voz llamando al arrepentimiento, a confiar
verdaderamente en Él, y abre la puerta entonces entrará por medio de su
Espíritu y hará morada en nosotros, dándonos una nueva vida; nos llenará de su
amor, para que ahora nosotros vayamos y hagamos una llamada de amor a otros que
lo necesitan con urgencia. (Apocalipsis 3:20, Romanos 5:5). Oración.
«Padre,
gracias porque me has amado por medio de Cristo y me llenaste de tu Espíritu,
de tu amor en mi corazón, que ahora estoy llamado a compartir con todos para
que el que crea entre a la salvación y sea lleno de tu plenitud. En el nombre
de Jesús, amén. Difundiendo el mensaje
de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito
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