Nuestro Dios grande y fuerte
“Y el pregonero anunciaba en alta voz: Mandase a vosotros, oh
pueblos, naciones y lenguas, que, al oír el son de la bocina, de la flauta, del
tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoña y de todo instrumento de
música, os postréis y adoréis la estatua de oro que el rey Nabucodonosor ha
levantado; y cualquiera que no se postre y adore, inmediatamente será echado
dentro de un horno de fuego ardiendo”. Daniel 3:4-6
Al estudiar la verdad de la Palabra de Dios creceremos en la
fe y proclamaremos valientemente que “hay un Dios y que es grande”, contrario a
lo que el mundo dice que: “Dios no existe”. Tengamos coraje de declarar que hay
un Dios a pesar de lo que los demás puedan estar diciendo y haciendo.
Daniel y los tres amigos creían en su Dios y por lo tanto se
negaron a contaminarse con la cultura babilónica, proclamaron valientemente que
solo lo adorarían a Él. Daniel estaba convencido de que hay un Dios en el
cielo, Daniel 2:28, con esa convicción se enfrentó a todas los desafíos y
pruebas en Babilonia, la revelación de los sueños, arriesgar su vida y la de
sus amigos al ser amenazados con el horno de fuego y el foso de los leones, por
su firme creencia en un Dios que existe y su compromiso de solo adorarle a Él.
Cuando tenemos una firme convicción de quién es nuestro Dios
y lo que es capaz de hacer, entonces podemos, como los amigos de Daniel,
defender nuestra fe. “He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del
horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará. Y si no, sepas, oh
rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que has
levantado”. Daniel 3:17-18
Así como Daniel reconoció que todo lo que el Señor le había
dado era por su gracia, al darle el don para interpretar sueños; nosotros
debemos reconocer que Dios nos ha dado todo lo que tenemos, que Dios nos ha
puesto en la posición en que estamos y que Dios nos ha hecho quienes somos.
Proclamemos la grandeza de Dios y digamos como el salmista:
“Porque yo sé que Jehová es grande, y el Señor nuestro, mayor que todos los
dioses. Todo lo que Jehová quiere, lo hace, en los cielos y en la tierra, en
los mares y en todos los abismos”. Salmos 135:5-6
Declaremos que Dios es bueno, que Él creó el mundo y lo
sostiene; y nos rodea de su maravillosa protección, estas evidencias deben
sustentar nuestra creencia de su grandeza y fortaleza. Respondamos ante eso con
alabanza y adoración. Oración.
«Señor, gracias porque mi fe está basada en la experiencia de
mi relación contigo. De nuevo confío mi vida en tus manos. Hoy quiero alabarte
y adorarte. Ayúdame a proclamarte al mundo con mi vida y mis labios; y decir
que hay un Dios grande y poderoso que es bueno y que sustenta todas las cosas
que Él creó. Tengo muchas razones para depositar mi confianza en ti. Amén.
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