Levántate y resplandece
Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria
de Jehová ha nacido sobre ti. Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra,
y oscuridad las naciones; más sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su
gloria. Y andarán las naciones a tu luz, y los reyes al resplandor de tu
nacimiento”. Isaías 60:1-3
Aunque estas resplandecientes promesas mesiánicas de
restauración traerían esperanza a Israel en el cautiverio, en sentido amplio,
tenían un significado mesiánico y escatológico, para los tiempos finales,
indica que Jesús volverá y dará cumplimiento a todas las palabras que están
escritas sobre las naciones. El plan de Dios con el regreso de su Hijo se
cumplirá plenamente. Hay oscuridad y tinieblas en el mundo que solo pueden ser
disipadas con la venida del Redentor a Sion, y entenderemos entonces que nada,
ni nadie podrá impedir el desarrollo de su plan y Él juzgará el pecado.
Ha llegado la luz de la cual habló el profeta Malaquías 4:2-3,
diciendo: «Mas para vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el sol de
justicia y en sus alas traerá salvación. Hollaréis a los malos, los cuales
serán ceniza bajo las plantas de vuestros pies, en el día en que yo actúe, ha
dicho Jehová de los ejércitos». Malaquías dijo que en los últimos días Jesús,
“el sol de justicia”, el Redentor, vendrá y será como el sol que irrumpe en la
oscuridad de la medianoche. El profeta ve desde lejos el primer adviento de
Cristo, y la salvación que aguarda a todos los que en Él creen. Pero también
vislumbra el Segundo Adviento de Cristo, con el juicio final de los impíos, y
la salvación eterna de los que temen su nombre. La nación de Israel, en aquel
día, reflejará la luz de su gloria aquí sobre toda la tierra. Mientras tanto,
la Iglesia habrá ido a estar con Cristo.
Jesús es el sol de justicia que ha venido a cada persona que
ha creído en Él por la predicación del evangelio en estos tiempos, que alumbra
y esclarece toda oscuridad de nuestras vidas; pero también es el sol de
justicia que vendrá en su segunda venida a juzgar a aquellos que lo rechazaron.
Su iglesia presente en este momento debe reflejar la luz y la gloria de Cristo
que ha nacido sobre ella, por eso levantémonos y resplandezcamos, para hacer
presente el reino de Dios en esta tierra, y darle la oportunidad a muchas
personas que salgan de la oscuridad que los envuelve y resplandezca en ellos la
luz de Cristo. Oración.
«Mi Dios Todopoderoso, hoy creo en tu Palabra, por eso voy a
levantarme y a resplandecer. Jesús, porque vives en mi corazón haces que brille
tu luz en medio de cualquier oscuridad y me muestras tu gloria. Tú me dices:
“no te he dicho que si crees verás la gloria de Dios”. Dame la fe necesaria
para ver tu poder actuando a través de mí. Hoy, en el nombre de Jesús me
deshago de toda fortaleza en mi mente de incredulidad, duda, engaño, temor y
pesimismo y me determino a confiar plenamente en tus promesas, amén.
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