Jesús lo cambió todo
“Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los
hombres, más para Dios escogida y preciosa, vosotros también, como piedras
vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer
sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo”. 1 Pedro
2:4-5
Jesucristo es la piedra viva, rechazada por los seres
humanos, pero escogida y preciosa ante los ojos de Dios. Cuando creemos y nos
acercamos a Él, nosotros somos como piedras vivas, con las cuales edifica su
casa espiritual. En otras palabras, Él es la piedra angular de la nueva casa la
cual está edificada con personas. Nuestra responsabilidad como miembros de la
familia de Dios es doble: adorar, ofrecer sacrificios espirituales y
testificar, o sea anunciar las virtudes del que nos amó y se entregó por
nosotros.
Jesús puede ser la piedra angular clave en nuestra vida o la
piedra de tropiezo, veamos lo que dice 1 Pedro 2:7-8 “Para vosotros, pues, los
que creéis, él es precioso; pero para los que no creen, la piedra que los
edificadores desecharon, ha venido a ser la cabeza del ángulo; y: Piedra de
tropiezo, y roca que hace caer, porque tropiezan en la palabra, siendo
desobedientes; a lo cual fueron también destinados”. Hoy muchas personas ven a
Jesús como una piedra de tropiezo y no quieren dejar el mundo y sus vanaglorias,
la decisión es de cada uno, o lo eligen como su piedra angular o como su piedra
de tropiezo, pero, si se convierten y confían en Él, jamás los defraudará.
Cuando nos encontramos con Jesús, viene a habitar en cada uno
de nosotros por medio de su Espíritu Santo, entonces, formamos parte de la
iglesia que es la casa de Dios, podríamos decir literalmente que “volvemos a
casa”.
Jesús es la piedra angular de nuestra fe. Ahora de pecadores
pasamos a ser pueblo elegido de Dios, escogidos para un alto llamado
sacerdotal, escogidos para ser parte de una nación santa, para ser instrumentos
de Dios para su obra, llamados a anunciar a los demás el precioso evangelio de
salvación. Él llevó nuestros pecados a la cruz para que muramos al pecado, para
que vivamos una vida de rectitud y para que seamos sanados. (1 Pedro 2:9; 1
Pedro 2:24) Jesús lo cambió todo, ¡A Él sea la gloria, la honra y el honor! Oración.
«Señor Jesús, gracias porque soy un templo santo donde vives
por tu Espíritu, eres la piedra angular de mi vida, sin ti me derrumbaría; por
eso, te necesito desesperadamente para llevar una vida en santidad, me has
escogido, llamado y enviado a anunciar tu vida, tu obra, muerte y resurrección,
soy una piedra viva, parte de tu nueva casa espiritual, gracias por hacerme
parte de tu familia, amén.
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