Hambre y sed de tu Palabra
“He aquí vienen días, dice Jehová el Señor, en los cuales
enviaré hambre a la tierra, no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír la
palabra de Jehová. E irán errantes de mar a mar; desde el norte hasta el
oriente discurrirán buscando palabra de Jehová, y no la hallarán”. Amós 8:11-12
“Que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de
tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. Porque
vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que, teniendo comezón
de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y
apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas”. 2 Timoteo 4:2-4
En tiempos del profeta Amós, la gente tenía todos los lujos
que querían comprar, era una época de mucha prosperidad económica para Israel y
Judá; pero sentían en su corazón un gran vacío, pues el rey Amasías había
prohibido proclamar la Palabra de Dios. Las personas querían escuchar una
palabra verdadera que les diera dirección a sus vidas, pero no había ninguna
palabra para orientarlos; pues se levantaron profetas y sacerdotes falsos que
decían siempre lo que más les agradara.
Israel, distinta a las demás naciones se había fundado sobre
la Palabra de Dios, Él les había ordenado todo lo que debían comer, cómo
vestir, qué animales domesticar, cómo tratar a los demás. Y ahora Dios estaba
callado, había retirado su consejo, su enseñanza. Habían roto su pacto con
Dios. La idolatría, la opresión de los ricos sobre los pobres, el sistema
judicial corrupto y la inmoralidad generalizada, contristó el corazón del Señor
y su paciencia se había agotado, el castigo era inevitable y la nación sería
destruida a menos que cambiaran su corazón y se volvieran a Él.
Ahora se repite la historia, Dios ha sido sacado de todos los
ámbitos y las naciones van camino a la destrucción. Hoy se nos exhorta a
predicar la Palabra a tiempo y fuera de tiempo, porque muchos tienen comezón de
escucharla; pero si están prestos a oír las mentiras y el engaño de las
ideologías modernas que los apartan cada vez más de la verdad, Llegará el
momento cuando esta generación se va a dar cuenta de la gran verdad de Mateo 4:4
“que no solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca
de Dios”, porque el hambre más grande que podemos sentir no se satisface con
pan y carne; podemos tenerlo todo y sentirnos totalmente vacíos.
Muchos todavía siguen buscando la respuesta para los
problemas de la vida en otras partes excepto en las Escrituras, están buscando
la dirección verdadera pero no saben dónde hallarla. Jesucristo es la respuesta
porque sólo en Él y en su Palabra seremos verdaderamente libres y podremos disfrutar
la vida abundante que nos ofrece. Oremos para que el deseo de buscar a Jesús y
su Palabra no sea demasiado tarde para esta generación, (Isaías 55:6). Oración.
«Señor, Gracias por tu Palabra, soy afortunado de tener toda
la Escritura para leerla. Dame sed y hambre por tu Palabra. Abre mis oídos
espirituales para que sean prontos para escucharla, abre mi mente para
meditarla y dispón mi voluntad para ponerla por obra. Quita toda distracción que
no permita que pueda asimilarla para conectarme contigo, que cada día sea mi
deleite, porque con ella me guías, me enseñas, me purificas y me santificas. En
el nombre de Jesús, amén.
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