El amor de Dios. Parte 2
“Mas Dios muestra su
amor para con nosotros, en que, siendo aún pecadores, Cristo murió por
nosotros.”, Romanos 5:8
La palabra griega para un tipo más elevado de amor es la
palabra ágape, es el tipo de amor que Dios tiene hacia su Hijo Jesucristo y la
raza humana. Es un amor que se sacrifica, el amor que vemos en Juan 3:16:
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para
que todo aquel que en Él cree, no se pierda, más tenga vida eterna.”
La definición más completa de amor está en 1 Corintios
13:4-7 : “El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no
es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se
irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, más se goza de la
verdad; todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.”, y este
es el amor de Dios, demostrado en la obra de Jesucristo en la cruz, el máximo
amor, todo lo soportó por amor a nosotros, lo que nosotros merecíamos sufrir
por nuestra maldad, Él lo padeció en la cruz. Pero, además, resucitó para luego
derramar su amor en nuestro corazón por su Espíritu Santo, para que ahora
podamos obedecer
y hacer su voluntad.
Y ahora, este amor, es el que nuestro Señor Jesucristo manda
a todos sus discípulos, es decir a nosotros, que debemos mostrar hacia los
demás, incluso a los que nos persiguen o están en contra de nosotros (Lucas
6:35).
Este amor ágape siempre se muestra por lo que hace, puesto
que Dios no simplemente ama, Él es amor (1 Juan 4:8). Todo lo que Dios hace,
brota de su amor y demostró su pleno amor a través de Jesús, como dice la
escritura: “Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que
nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con
Cristo (por gracia sois salvos) \» (Efesios 2:4-5), entonces ¿has experimentado
este amor de Dios? Y si lo has experimentado, ¿Cómo demuestras ese amor?
Solo acercándote a la fuente de amor podemos conocer y amar
a Dios, y a los demás. Oración.
Gracias Señor por tu amor, que me diste por medio de Cristo,
aunque no era yo merecedor tú me amaste primero, quiero experimentar cada día
tu amor demostrándolo también a los demás. Amén. Difundiendo el mensaje de
Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para
ese propósito.
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