domingo, 1 de diciembre de 2019

Dios nos seduce con cuerdas de amor


Dios nos seduce con cuerdas de amor
“Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en él, y él en Dios”, 1 Juan 4:16b
Cuando el hombre trata de definir a Dios, generalmente lo hace en términos humanos, concibiéndolo conforme a las pasiones egoístas de su corazón, pero cuando Juan proclama “Dios es amor”, está haciendo una declaración del carácter de Dios, pues es el más importante de sus atributos: el amor.
La Biblia nos muestra las más extraordinarias manifestaciones del amor de Dios por su pueblo, en Oseas 11:1-2 dijo: “Cuando Israel era niño, yo le amé, y de Egipto llamé a mi hijo. Cuanto más los llamé, tanto más se alejaron de mi presencia”. Aquí el profeta dulcemente muestra la mente y los pensamientos más profundos e íntimos del corazón de Dios. El profeta continúa diciendo: “Yo con todo eso enseñaba a andar al mismo Efraín, tomándole de los brazos; y no conoció que yo le cuidaba. Con cuerdas humanas los atraje, con cuerdas de amor; y puse delante de ellos la comida” (Oseas 11:3-4). Nos describe la imagen de un padre abnegado y amoroso que cuida a su hijo durante esos indefensos primeros años, tomándole de los brazos y ayudándole en sus primeros pasos. ¡Qué afecto, entrega, cuidado y cariño!
Esas manifestaciones de amor se sellaron en Juan 3:16 que dice: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, más tenga vida eterna”. El amor es entrega y Dios entregó en sacrificio a su Hijo Único para que nosotros, los que ponemos la fe en Él, estemos toda la eternidad en su presencia. Este es un amor asombroso, y somos nosotros quienes decidimos disfrutar de ese amor o rechazarlo, y aun así, Dios nos sigue llamando y todo lo que tenemos que hacer es aceptar su amor en la persona del Señor Jesucristo. Oración.
Amado Padre, cierro mis ojos y vuelvo al vientre de mi madre, convencido que tú diste el soplo de mi vida y esperas mi nacimiento para tomarme de la mano y enseñarme a caminar. Me has tomado en tus brazos y sobre tus hombros me has cuidado. Qué amor tan perfecto y sublime es el que tú das, gracias mi amado Dios. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.

No hay comentarios:

Publicar un comentario