LUCHANDO POR LO QUE VERDADERAMENTE VALE LA PENA
“Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de
Cristo, para que o sea que vaya a veros, o que esté ausente, oiga de vosotros
que estáis firmes en un mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del
evangelio,” Filipenses 1:27
¿Cuáles son nuestras batallas? ¿Por qué razón luchamos?
¿Cuál es nuestra motivación principal para luchas? Podríamos responder que
luchamos por nuestra familia, por sacarla adelante, por nuestra esposa o
esposo; que nuestros hijos son la mayor motivación para levantarnos y batallar
a diario. Pero la Biblia nos enseña que debemos batallar aún con nuestra vida
por anunciar las buenas noticias de salvación por medio de la fe en Cristo y
que lo hagamos en acuerdo con otros creyentes, es decir la iglesia. Además, es
un regalo concedido por Dios no sólo que creamos en Cristo, sino que padezcamos
por Él (Efesios 1:29). Tal es así, que los primeros creyentes dieron su vida
por anunciar la buena noticia, arriesgaron su vida por el bien más importante
que ellos consideraron que tenían, su fe.
Así que, si nuestra prioridad y nuestras fuerzas las
gastamos en otras cosas, si dejamos la lucha de compartir la buena nueva a
otros y si tenemos las prioridades desordenadas, podemos afirmar que esto no es
la voluntad de Dios para nuestra vida. Jesús nos enseñó a buscar el reino de
Dios por encima de todo lo demás y a llevar una vida justa, y nos prometió que
nos dará todo lo que necesitemos. (Mateo 6:33).
Oración.
"Señor, que mi prioridad en mi vida diaria sea
conocerte y servirte, guíame por tanto en mi camino para agradarte con todo lo
que hago, dirígeme en tus sendas y muéstrame lo que debo hacer en cada paso.
Amén. Difundiendo el mensaje de
Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para
ese propósito.
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