La vida Cristiana se trata de Bendecir y no Maldecir. Decir
al entrar en toda casa: 'Que la paz de Dios more en este lugar'; pedir, después
de escuchar una, predica que Dios bendiga su verdad y a su mensajero. Quiero,
al ver a una persona hermosa, bendecir al Señor por sus criaturas y orar por la
belleza del alma de tal persona, a fin de que Dios la enriquezca con gracias
interiores y pueda haber una correspondencia entre lo externo y lo interno; y
al contemplar a un individuo deforme, pedir que Dios le dé la integridad del
alma, y con el tiempo le conceda la belleza de la resurrección." Abraham
recibió la promesa de que Dios lo bendeciría y sería bendición (Génesis 12:2);
y tal tendría que ser también la experiencia de cada cristiano: cuanto más nos
bendice Dios a nosotros tanto más deberíamos bendecir nosotros a los demás. La
oración es el camino seguro a la bendición, y el mejor medio de ser bendición
para otros; constituye el don de poder divino para bendecir a los demás. [Llene
sus días de oraciones de bendición y afiáncese en el tremendo poder que Dios le
ha dado!
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