Cooperación
con Dios
Dios ha escogido llevar a cabo muchos de sus propósitos
soberanos con nuestra ayuda, y Pablo nos recuerda repetidas veces que hemos
sido señalados por El para un colaboración sagrada la cual tiene por objeto
hacer avanzar el evangelio. El apóstol subraya la santa responsabilidad que
tenemos de cooperar con Dios. Toda forma de obediencia al Señor es urgente,
pero hay muchas situaciones en las cuales estamos limitados: por ejemplo, por
no encontrarnos en el lugar preciso, o por faltarnos alguna habilidad o
preparación especial. Pero siempre tenemos la posibilidad de cooperar con Dios
mediante la oración. Por medio de la oración podemos colaborar con el Señor
donde estemos, en cualquier momento, y a fin de suplir la necesidad que sea.
Hemos sido creados para orar; y fuimos salvos por la gracia de Dios con el
propósito de que realizásemos un ministerio de intercesión. Tenemos la
libertad, el derecho y la posición de hijos oficiales del Señor, llamados a
trabajar con El y escogidos para su propósito especial. Además, Dios dijo en
Exodo 19:6: "Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes." Isaías
profetizó: "Y vosotros seréis llamados sacerdotes de Jehová" (Isaías
61:6). ¿Por qué nos hizo Jesús "sacerdotes, para servir a Dios? (Apocalipsis
1:6). ¿Cuál es la razón por la que a los cristianos se nos llame
"sacerdocio santo," (1 Pedro 2:5) o "real sacerdocio" (v,
9)? Obviamente, parte del propósito de Dios al nombrarnos sacerdotes es que 10
adoremos y alabemos; pero el sacerdocio implica mucho más que eso. Hemos de ser
un "real sacerdocio". Cristo gobierna el mundo hoy por medio de la
oración, y nosotros tenemos que compartir su dominio intercediendo por otros
del mismo modo que El mismo lo hace constantemente (Hebreos 7:25). Se nos ha
dado acceso oficial al salón del trono celestial para que podamos unir nuestra
propia intercesión a la de Cristo. Si Jesús intercede, ¿por qué es tan
necesario que lo hagamos nosotros? ¿Qué pueden añadir nuestras débiles
oraciones a su poderosa intercesión? A Dios le ha plácido incorporar a su plan
eterno el que nosotros, sus hijos, participemos en el ministerio intercesor de
Cristo y en el gobierno que El ejerce hoy día. Si no utilizamos nuestros
minutos libres para la intercesión por otros y por la obra de Dios, le
estaremos fallando al Señor en el llamamiento especial que Él nos ha dado. Si
queremos, podemos convertir cualquier noticiero radiofónico o televisivo, o
cualquier artículo de periódico, en una llamada a la oración.
No hay comentarios:
Publicar un comentario