Prosperidad
Bíblica
“Amado, yo
deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como
prospera tu alma.” 3 Juan 1:2
La
prosperidad bíblica consiste en una prosperidad integral, un estado interior de
paz y regeneración espiritual, que se manifiesta al mundo exterior en nuestras
relaciones, nuestra economía y nuestra vida familiar. No se centra únicamente
en prosperidad económica, sino en la prosperidad del alma, que inicia en el
espíritu, como dice la escritura “porque el reino de Dios no es comida ni
bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo.” (Romanos 14:17).
Esta
prosperidad integral solo puede venir de Dios y se obtiene por medio de la fe
en Jesús, juntamente con Él somos herederos de las promesas de Dios. “El que no
escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no
nos dará también con él todas las cosas?” (Romanos 8:32), pues juntamente con
Cristo nos bendijo con toda bendición (Efesios 1:3).
Por esta
razón la promesa que dice “Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme
a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.” (Filipenses 4:19), es una promesa
que podemos tomar con toda seguridad y certeza, sin dudar de nuestro Salvador
amoroso y generoso, que derramó hasta la última gota de su sangre por nosotros
y está dispuesto a que en todas las cosas seamos enriquecidos, en todo sentido,
para que en toda ocasión podamos ser generosos y para que, mostrando su bondad
en nosotros, Dios sea alabado. (2 Corintios 9:11) Oración.
«Señor, en
tu paz encuentro mi sustento, aquí en la presencia de tu Espíritu inicia mi
bendición, prospera mi corazón, porque recuerdo que tu favor me cubre, gracias
a Jesús. Amén. Difundiendo el mensaje de
Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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