Confesión
“Si
confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados,
y limpiarnos de toda maldad.” 1 Juan 1:9
La confesión
es una expresión de arrepentimiento, no se trata de un acto de penitencia o de
vergüenza, sino mejor, de una acción de humildad donde nos ponemos de acuerdo
con Dios en que aquello que hicimos estuvo en contra de su voluntad y es
pecado, pero también de reconocer que nada diferente a nuestra fe en Cristo
podemos hacer o tener para ser declarados justos delante de Él.
Cuando
nosotros actuamos de esta manera, es decir, sin culparnos, sin excusarnos y sin
estar huyendo de Dios, cada vez que sabemos que hemos pecado, es porque la
verdad del perdón y de la justificación de Dios por medio de la fe en Cristo,
se ha hecho realidad en nuestra vida. Y es precisamente a esto a lo que estamos
llamados, a confesar que lo que hemos hecho es pecado, a aceptar el perdón de
Dios y a confiar en Él cuando nos dice que somos justificados gratuitamente por
la fe en la obra de Jesucristo (Romanos 3:24).
Pero si, por
el contrario, lo que hacemos es alejarnos de Dios, ocultar nuestro pecado y
culparnos todo el tiempo, es importante decir que entonces estamos escuchando y
obedeciendo a la voz de satanás, quien nos dice que somos pecadores y que no
hay justicia para nosotros, nos estamos dejando engañar por sus mentiras que
nos quieren destruir y condenar, cuando la verdad de la Palabra es que en Dios
tenemos perdón y salvación (Romanos 8:33-34).
Queridos
hermanos, no importa las veces que le hayamos fallado a Dios, su Palabra dice
que Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda
maldad, solamente debemos acercarnos confiados a Él con un corazón contrito y
humillado para confesarle nuestro pecado, esa será nuestra mejor expresión de
arrepentimiento; como hijos amados debemos apropiarnos de lo que nuestro Padre
nos ha dado gracias a nuestra fe en su Hijo, el cual fue entregado por nuestras
transgresiones y resucitado para nuestra justificación (Romanos 4:25). Oración.
«Padre Santo
y Justo, vengo a ti confiadamente porque tengo certeza de que me amas, no por
mis obras sino por mi fe en Cristo; también sé que en ti encuentro perdón y
justificación y no castigo o condenación, por eso reconozco que he pecado y que
te he ofendido, gracias Padre de amor porque sé que eres fiel y justo para
perdonar mis pecados y limpiarme de toda maldad, en el nombre de Jesús. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario