Respondiendo
al llamado- Parte 1
“Entonces
Moisés respondió a Dios: ¿Quién soy yo para que vaya a Faraón, y saque de
Egipto a los hijos de Israel?” Éxodo 3:11
“Y yo dije:
¡Ah! ¡ah, Señor Jehová! He aquí, no sé hablar, porque soy niño.” Jeremías 1:6
¿Cuántos de
nosotros nos sentimos identificados con estas respuestas? Pues cada vez que
nuestro pastor o líder nos ha pedido que realicemos: una alabanza, reflexión y
hasta una oración ¿hemos sentido que no tenemos la capacidad de hacerlo, o que
no estamos lo suficientemente preparados? Lastimosamente cuando respondemos de
esta manera ante el llamado que Dios nos hace, a través de las autoridades que
ha puesto en nuestra iglesia, podemos darnos cuenta que en quien tenemos puesta
nuestra mirada, no es en el Señor, sino en nuestras capacidades, talentos,
experiencia y edades.
Si
observamos nuestras citas del día de hoy nos daremos cuenta de que el Señor fue
muy claro en que, si alguna misión se les estaba encomendando a estos dos
hombres, era porque Dios mismo los capacitaría y guiaría hacia el cumplimiento
de su propósito; por eso el gran YO SOY le recuerda a Moisés que puede ir ante
el Faraón rey de Egipto y decirle que libere al pueblo de Israel, porque Dios
mismo estaría con él, y no solo le manifestó esto, sino que además le declaró
que estaría en su boca y le enseñaría lo que en ese momento tendría que hablar
(Éxodo 3:12a; 4:12). De igual manera sucedió en el caso de Jeremías, el Señor
le manifestó que no viera su juventud, porque a todo lo que Dios lo estaba
mandando, iría él, y no solo esto, sino que también diría todo lo que el Señor
le mandara (Jeremías 1:7)
Como podemos
observar, cada llamado que Dios ha hecho no ha venido sin instrucción, ni mucho
menos nos ha dejado solos, pues su palabra nos dice: “Fiel es el que os llama,
el cual también lo hará.” (1 Tesalonicenses 5:24)
En el
devocional de mañana veremos cómo Dios nos quiere motivar a que nuestra
respuesta a Su llamado sea “heme aquí, hágase conmigo conforme tu voluntad” Oración.
«Padre ¿cómo
respondo a tu llamado? No quiero que de mi recibas un no puedo, sino más bien
un: “heme aquí, hágase en mí tu voluntad”. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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