¿Me amas? -
Parte 1
“Cuando
hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más
que estos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Él le dijo: Apacienta
mis corderos.” Juan 21:15
¿Cuántas
veces le hemos respondido a Dios, al igual que Pedro, de manera impulsiva e
inmediata: “Sí, Señor; tú sabes que te amo”? ¡Muchas! y pensaremos que aquellas
veces que le hemos dado esa respuesta entusiasta ha sido lo correcto, pues esa
confesión solo es un reflejo de nuestra ardua pasión por el Señor; pero, analicemos
este tipo de “amor entusiasta”, que no solo vemos manifestado en nuestras
vidas, sino también en la de Pedro, porque si hay alguien que podría decir
eufóricamente que amaba a Jesús ese sería Pedro. Quizá si le preguntaras si
amaba a Jesús, te diría que le amaba tanto que dejó todo por ir tras el Señor,
que fue el único “valiente” que se atrevió a desenvainar su espada para
defender al Señor cuando iba a ser arrestado, además de ser el único que se
atrevió a decir que estaría dispuesto a morir con Jesús si así fuese necesario;
y así podríamos continuar escribiendo miles de razones más para justificar el
amor de Pedro hacia Jesús. De igual forma podrías pensar, al autoevaluarte, en
las grandes cosas que has estado dispuesto a hacer por amor al Señor; sin embargo,
aunque todo esto suena maravilloso y ante los ojos de Pedro y de nosotros
podría ser razón suficiente para decir de manera eufórica que le amamos, al
comparar todas estas razones con lo que para Dios significa verdaderamente
amarle, nos podríamos dar cuenta de cuán alejados podemos estar de hacerlo al
ver nuestros actos, pues su palabra nos dice que aquel que le ama no es otro
que aquel que guarda (obedece) sus mandamientos (Juan 14:15).
En esta
conversación, expuesta en el evangelio de Juan, el Señor Jesús quiere cernir de
nuestras mentes todo concepto erróneo que tenemos del amor, para dejar en
nosotros el verdadero significado de amar ¿Quieres saber más? ¡No te pierdas el
devocional de mañana! Oración.
«Señor,
enséñame a amarte, no conforme a lo que yo pienso que es correcto, sino
conforme a la manera en que te agrada, guardando y obedeciendo tu palabra. Te
lo pido en el nombre de Jesús, amén. Difundiendo
el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito
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