Cristo En Nosotros, Esperanza De Gloria Solamente
Dios Padre, Nuestro Señor Jesucristo y el Espíritu Santo son eternos pues nunca
han tenido ni principio ni fin, a diferencia de todo lo que crearon y aunque
fueron Adan y Eva creados para vivir para siempre, su pecado los llevó a la
muerte y junto con ellos a todos nosotros como su descendencia. Pero ahora en
Cristo Jesús, toda la creación humana tiene la oportunidad de recibir el perdón
de sus pecados y vivir en un cuerpo de Gloria después de su muerte terrenal en
los cielos junto con Dios.
¿Si la tierra no va a ser eterna, por qué nos afanamos tanto
en las cosas terrenales? Antes de ser cristianos nacidos de nuevo, seguramente
destinábamos las 24 horas del día a pensar cómo obtener ganancias, riquezas y
fama para que seamos reconocidos en la sociedad en la que vivíamos, y por su
puesto todo el conocimiento humano que nos llevaría equivocadamente a una vida
de autosuficiencia que al final de nuestra jornada nos hizo ser incrédulos o
tibios creyentes de Dios, de Su Hijo Jesucristo y de Su Palabra "la Santa
Biblia".
Fue hasta el momento que nos arrepentimos de ésta vida
presuntuosa y sin provecho, y le confesamos a Jesús todos nuestros pecados, que
Él empezó a transformar todo en nosotros y puso Su Espíritu, Su corazón y Su
mente en lugar de nuestro espíritu, corazón y mente (Ezequiel 36:26-27) para
que no siguiéramos viviendo engañados por todo el egoísmo y maldad que domina
este mundo a causa de nuestra rebelión y pecado. Solo Cristo en nosotros, nos
puede dar la esperanza de Gloria para ser salvos y disfrutar de su grandeza
amor y majestad en los cielos, ahí está todo lo verdadero, puro y eterno, por
lo tanto, es hora de que levantemos nuestra mirada a los cielos de donde vendrá
nuestro socorro para vivir en paz y plenitud sirviendo a Nuestro Señor
Jesucristo hasta el día que nos llame a su presencia, (Salmo 121:1-2) Aleluya.
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