Colosenses 2:15
(Cristo) desarmó a los poderes y a las potestades, y por
medio de Él los humilló en público al exhibirlos en su desfile triunfal.
Como ser humano, no dejo de sorprenderme de la grandeza y
perfección de Dios. Su forma de enseñarnos. Su planeación. Al leer estos
pasajes y tratar de entender lo que estaba pasando en ese entonces, trasladarlo
a hoy y aprender sobre un principio que Dios tiene para mí, simplemente me deja
atónito. Es demasiada perfección en un libro escrito hace tanto tiempo. ¡Tenía
que ser Dios!
En la versión Reina Valera describe este desfile triunfal
como la crucifixión.
¿Cómo es posible que se pueda entender el sacrificio de
Jesús, su sufrimiento, su desfiguración, su humillación, todo lo que atravesó
en ese calvario como un desfile triunfal? Insisto, Dios nos enseña de formas
muy distintas a las que estamos acostumbrados, pero más precisas no podrían
ser.
Nuestra tendencia como personas, es relacionar todo con
aquello que percibimos. Hacemos relación de lo que escuchamos en la Palabra
junto con lo que aprendemos en la calle. Resultado: choque sin sentido. En la
calle o en el mundo, aprendes que una entrada o desfile triunfal se da con un
rey o una celebridad. Vestida de ropas finas y hermosas. Probablemente no
camine sino esté siendo llevada por un transporte lujoso. La gente alrededor se
empuja por poder ver siquiera un instante a este personaje. Todos ven con
admiración y probablemente respeto. Otro tipo de desfile triunfal sería el de
un ejército entrando en alguna ciudad después de haber acabado con sus
enemigos. Todos contentos y orgullosos. Muy distinta concepción a la de un ser
humano caminando con una cruz encima, recibiendo golpes, insultos, escupitajos,
etc.
Pero Jesús no es como nosotros. Sus planes son distintos y
llenos de sabiduría. Quizás, este “desfile triunfal” fue lo que desanimó a
muchos o la mayoría de sus seguidores. Jesús no estaba pensando en ser una
celebridad, en cambiar al gobierno Romano y liberar a los judíos. Los
principados y potestades son traducidos en la Biblia de lenguaje sencillo como
aquellos espíritus con autoridad. Pero muchos se fueron con la idea de que la
libertad que traería el Mesías, vendría sobre la opresión física que estaban
sufriendo.
El día de ayer se celebró la entrada triunfal de Cristo a
Jerusalén. Lo exaltaban y adoraban. Unos días después lo insultarían y
abandonarían.
No es fácil entender a Jesús. Hoy quiero animarte a meditar
sobre tu concepción de Él y tu relación con Él. ¿Quién es Jesús para ti? ¿Qué
significa su muerte? ¿Es el que se encarga de realizar los milagros que
necesitas? ¿Es una fuerza o energía que se mueve en el universo? ¿Un gran
hombre?
Cristo cumplió la voluntad de Dios al realizar su “desfile
triunfal” en la cruz. Logró que el pecado y todo espíritu ajeno a él dejaran de
tener cualquier tipo de potestad y nos dio la oportunidad de ser libres y vivir
en comunión con Él.
¿De qué lado quieres estar?
Oración
Padre: yo quiero estar de Tu lado. Perdona mis pecados y
ayúdame a entender lo que has hecho por mí. Te doy gracias por quitarme las
cadenas del pecado y librarme de todo aquello que me oprimía. Te pido que me
escuches en Cristo Jesús.
Amén
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