¿La fe sin obras, las obras sin fe?
“Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene
fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle? Y si un hermano o una hermana
están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, y alguno de
vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas
que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha? Así también la fe, si no
tiene obras, es muerta en sí misma.”, Santiago 2:14-17
«Entonces le dijeron: ¿Qué debemos hacer para poner en
práctica las obras de Dios? Respondió Jesús y les dijo: Esta es la obra de
Dios, que creáis en el que él ha enviado.», Juan 6:28-29
El contexto de lo que escribe el apóstol Santiago es a
personas ya salvadas, como lo dice al inicio de su carta: “Santiago, siervo de
Dios y del Señor Jesucristo, a las doce tribus que están en la dispersión:”
(Santiago 1:1), y se centra en el testimonio que el cristiano debe mostrar ante
el mundo.
Por esto la escritura es clara en que vamos a ganar coronas o
a perderlas según el trabajo que hagamos para el Señor, dos pasajes son
concluyentes sobre el tema de los ya salvados relacionado a las obras, el
primero está en 2 Corintios 5:10 que dice: “Porque es necesario que todos
nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba
según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo”,
observemos que se refiere a un tribunal que en el contexto del versículo es
para los creyentes al decir Pablo “todos nosotros”. Y el segundo pasaje está en
1 Corintios 3:15: “Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien
él mismo será salvo, aunque así como por fuego.” Y el contexto de este pasaje
se refiere a la obra que hacen los que sirven al Señor anunciando el evangelio,
enseñando o edificando a la iglesia pero llevando a evaluarse frente al
fundamento que es Cristo mismo. (1 Corintios 3:7-11)
Y relacionado a los galardones o coronas dice la escritura en
Santiago 1:12: “Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando
haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a
los que le aman” y en Apocalipsis 22:12 dice el mismo Señor Jesús: “He aquí yo
vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su
obra.”
Entendemos entonces claramente, que todo creyente es llamado
a hacer las buenas obras que nuestro Padre preparó de antemano, para que
anduviéramos en ellas, y será recompensado por llevar a cabo estas obras en la
guía del Espíritu Santo; estas obras son evidencia visible de nuestra fe y nos
permiten cumplir su voluntad para no ser aquellos de los cuales dice el Señor
Jesús: “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los
cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos
me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu
nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces
les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.” (Mateo
7:21-23)
Mañana seguiremos reflexionando acerca de este importante
tema. Oración.
«Padre, gracias por transformar mi corazón por medio de la fe
en Jesús, de permitirme nacer de nuevo y colocar tu amor en mi por medio de tu
Santo Espíritu, por el cual soy transformado cada día y llevado a reflejar el
carácter de Cristo haciendo la obra que preparaste para mi, para gloria de tu
Santo nombre. En el nombre de Jesús.
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