Resurrección,
el hecho crucial. Parte 1
“Mas ahora
Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho.
Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la
resurrección de los muertos. Porque, así como en Adán todos mueren, también en
Cristo todos serán vivificados. Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las
primicias; luego los que son de Cristo, en su venida”, 1 Corintios 15:20-23
El concepto
de resurrección (del griego anastasis) en el mundo antiguo no era común ni
aceptado, es decir, aceptaban mitos e historia de vida después de la muerte, y
que una vez la persona emprendía el camino a la muerte no regresaba, pero no se
aceptaba ni como mito la resurrección física, esto significa que cuando los
apóstoles y primeros cristianos predicaban acerca de la resurrección de Cristo,
o que Jesús se había levantado de los muertos, el significado de esta
declaración era que a Jesús le había sucedido algo que no le había pasado a
nadie más.
Pero diremos
entonces que tanto en el antiguo testamento como en el nuevo se relata acerca
de personas que se levantaron de los muertos:
1- En al
antiguo testamento hay tres personas:
Elías
levantó al hijo de la viuda de Sarepta: (1 Reyes 17:17-24)
Eliseo
levantó al hijo de la mujer sunamita (2 Reyes 4:35)
Un hombre
muerto vuelve a la vida cuando su cuerpo toca los huesos de Eliseo (2 Reyes
13:21)
2- En el
nuevo testamento encontramos:
Jesús
levanta al hijo de la viuda de Naín y a muchos otros, entre estos a su amigo
Lázaro (Lucas. 7:13-15, Mateo 9:25, Marcos 5:42, Lucas 8:55)
Pedro
levanta a Tabita (Hechos 9:36-42)
Pablo
levanta a Eutico (Hechos 20:9-12)
También se
levantó un grupo de personas luego de la muerte y resurrección de Jesús (Mateo
27:52, 53).
Sin embargo,
la resurrección de Jesús fue un hecho particular, único y lo que distingue de
otros sucesos, es la verdad que nos explica el versículo de hoy en 1 Corintios
15:20-23:
Los que
antes se levantaron, volvieron a dormir para esperar la resurrección
definitiva, Jesús es el primero que resucitó para no volver a morir jamás, y
los que creemos en él seremos resucitados para no volver a morir jamás como él
mismo lo prometió: “Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que
cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no
morirá eternamente. ¿Crees esto?” (Juan 11:25-26).
Y tú ¿Crees
que Jesús murió y resucitó? Oración.
«Padre,
gracias por que he recibido la noticia de que Jesús, tu Hijo Unigénito murió y
resucitó, ¡la tumba está vacía! y esta es verdadera esperanza, creo
verdaderamente que, así como Él murió y resucitó, yo también he muerto al
pecado y he resucitado para vida nueva. En el nombre de nuestro Salvador
Jesucristo. Amén.
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