Un cambio de dentro hacia afuera
“¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque
sois semejantes a sepulcros blanqueados, que, por fuera, a la verdad, se
muestran hermosos, más por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia.
Así también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres,
pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad.”, Mateo 23:27-28
El Señor Jesús, de manera contundente, declaraba la verdad a
los religiosos de la época, porque en apariencia, daban la impresión de ser
justos, buenos y personas rectas, pero en sus corazones no había un cambio
verdadero, estaban llenos de hipocresía, desenfreno, y exigían a los demás
cumplir rígidamente leyes que ni ellos mismos cumplían (Mateo 23:4).
De qué sirve que nosotros tengamos en apariencia ser justos
y buenos, pero en realidad nuestra mente está llena de malos pensamientos y
nuestras acciones no cumplen el nuevo mandamiento del amor (Juan 13:34-35).
Necesitamos, por tanto, ser renovados en nuestro interior,
alejar la hipocresía y la mentira de nosotros mismos y de nuestro prójimo,
quitarnos ese ropaje de la vieja naturaleza con sus vicios y colocarnos la
nueva que Cristo nos dio en la cruz, que se va renovando hasta que lleguemos al
pleno conocimiento de Dios. (Colosenses 3:9-10).
El cambio debe indefectiblemente tener un punto de inicio, y
es en la fe de Cristo porque sin Él no hay un cambio verdadero, por esto Él nos
dice “…El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no
vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida” (Juan 5:24). Por esto
debemos ir a su Palabra para que el cambio sea desde dentro hacia afuera, puesto
que Jesús dijo en Juan 5:46-47 “Porque si creyeseis a Moisés, me creeríais a
mí, porque de mí escribió él. Pero si no creéis a sus escritos, ¿cómo creeréis
a mis palabras?” ¿Crees en lo que está escrito? Empieza hoy el cambio en tu
vida, escudriñando las escrituras (Juan 5:39) Oración.
Señor, anhelo un cambio profundo en mi vida, guíame por lo
tanto en tu Palabra, porque da testimonio de Cristo para vida eterna, permíteme
ser renovado en mi interior y que esto se refleje en mi vida externa con toda bendición
y fruto de amor. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para
ese propósito.
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