LA CRUZ
“Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si
alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y
sígame.”, Marcos 8:34
“quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el
madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la
justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.”, 1 Pedro 2:24
La crucifixión era un sistema de ejecución romano para
esclavos, rebeldes y delincuentes; para el pueblo judío aquel que fuera colgado
en una cruz era considerado bajo maldición (Deuteronomio 21:23). Era un sistema
de muerte lento y agobiante, el cual sufrió nuestro Señor Jesús por nosotros
para el perdón de nuestros pecados.
Para los cristianos, la cruz es símbolo de renuncia al pecado,
es el momento exacto donde abandonamos la vieja forma de vivir, donde morimos
juntamente con Cristo para poder resucitar con Él. Como dice en Romanos 6:6
"sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con
él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más
al pecado".
Cuando tomamos la cruz, estamos renunciando a nosotros
mismos, a hacer lo que agrada a sí mismo para hacer lo que agrada a Dios
(Romanos 15:1-3).
Si bien hay un momento, el más importante de nuestra vida,
en donde por medio de la fe en Cristo somos hechos nuevas creaciones, tomar la
cruz es algo que hacemos día a día (Lucas 9:23) cuando renunciamos a nuestros
propios deseos, e implica una respuesta de nuestra voluntad, una decisión
diaria de seguir a Cristo, por encima de todo lo demás (Mateo 19:16-26).
La cruz no es un símbolo místico que debamos llevar colgado,
es algo espiritual que hacemos a diario con nosotros mismos, dejando atrás las
cosas del mundo, viviendo de manera prudente, justa y piadosa, renunciando a la
impiedad y a las pasiones mundanas, aguardando nuestra esperanza sólo en Cristo
(Tito 2:12-13).
¿Vivimos para nosotros mismos o para agradar a Dios? ¿A qué
cosas en nuestra vida no hemos renunciado y nos siguen esclavizando? Hay que
llevarlas de inmediato a la cruz. Oración.
"Padre, hoy llevo a la cruz todo aquello que me
mantiene esclavo: mi egoísmo, toda mentira y todo orgullo. Cada día quiero
llevar a la cruz aquello que no te agrade, muéstrame todo en lo que no te
obedezca y guíame para vivir sólo para ti te lo pido en el nombre de Jesucristo
Tu Hijo Amen. Difundiendo el mensaje de
Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para
ese propósito.
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