SEÑOR, ¿QUÉ QUIERES QUE YO HAGA?
“y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo,
Saulo, ¿por qué me persigues? Él dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy
Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón. Él,
temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo:
Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer.”, Hechos 9:4-6
Cuando todo en nuestra vida falla, cuando nos caemos del
caballo de nuestro orgullo y no nos queda nada sino mirar a la cruz, lo mejor
que podemos hacer es prestar atención a Dios y disponer nuestro corazón a
obedecer.
Si no nos salen las cosas con las decisiones que hemos
tomado, ¿no será el momento de empezar a hacerlas de manera diferente? Pero,
¿cuál es la manera correcta?
Como Saulo antes de que Dios le llamara, nuestro nombre es
“Yo” y la forma de hacer las cosas es “a mi manera”, pero al recoger las
consecuencias de nuestra desobediencia y estrellarnos, si acudimos a Dios, Él
nos da un nuevo nombre y una forma diferente de pensar y de hacer las cosas en
su poder y su sabiduría ilimitada.
Nuestro nuevo nombre no es un nombre denotado por algún
nombre propio, sino un cambio en nuestra actitud, un cambio interior que hace
Dios por medio de su Espíritu; por lo tanto, no volvemos a ser lo que éramos
antes, y la forma de actuar es “conforme a tu voluntad”.
Es así como en este momento, si quieres ser bendecido
viviendo a la manera de Dios, dile al Señor con todo tu corazón y disposición
verdadera: Señor Jesús, ¿qué quieres que yo haga? Oración.
"Señor, revela tu voluntad a mi vida, enséñame tu
propósito para mi vida, no quiero vivir a mi manera sino siguiendo la guía de
tu amor derramado en mi corazón por la gracia de Cristo. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para
ese propósito.
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