¡LA VERDAD Y TODA LA VERDAD! - 1 Juan 2:18–27
“¡No importa lo que creas, con tal que seas sincero!” Esta es
la filosofía de mucha gente hoy en día. ¿Es la “sinceridad” el ingrediente
mágico que convierte algo en verdadero? Si eso fuera verdad, entonces podríamos
aplicarlo a cualquier área de la vida. ¡No sólo a la religión!
POR EJEMPLO, una enfermera en un hospital le da la medicina
equivocada a un paciente, y éste tiene una reacción terrible. La enfermera fue
sincera, pero el remedio fue el equivocado, y el paciente casi se muere.
Una noche, un señor escuchó ruidos en su casa, y pensó, “Uy,
¡debe de haber un ladrón! ¡Así que! Cogió la pistola y le disparó al “ladrón”,
que resultó siendo su propia hija. Como ella no podía dormir, se había
levantado para comer algo. La chica terminó siendo la víctima de la
“sinceridad” de su papá. Él pensó “sinceramente” que era un ladrón.
Se necesita más que “sinceridad” PARA CONVERTIR ALGO “en
verdadero”. Creer en una mentira siempre trae problemas. Creer en la verdad
nunca está fuera de lugar. ¡Lo que la gente cree, ¡IMPORTA!
Si una persona quiere manejar su carro hacia el OESTE de la
ciudad, por mucha sinceridad que tenga, si la autopista que ha tomado la lleva
al ESTE, nunca LLEGARÁ al OESTE de la ciudad.
Una persona, que es realmente auténtica, edifica su vida en la
verdad. No con supersticiones ni con mentiras. Es imposible vivir una vida
verdadera, cuando estás creyendo en mentiras.
EMPECEMOS EN ORACIÓN
Padre, es tan importante creer en la verdad. ¡En tu verdad!
Por muy sinceros que queramos ser, si no es la verdad, puede traernos problemas
y dolores de cabeza. Lo que creemos, ¡importa! Queremos vivir vidas auténticas…
genuinas... verdaderas.
Queremos glorificarte y adorarte. Señor, derrama tu Espíritu
Santo sobre nosotros, llénanos del amor y sabiduría de Cristo para vivir la
vida cristiana con poder. Transfórmanos a la imagen de tu Hijo. Háblanos a
través de tu Palabra. En el nombre de Jesús
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