El Poder del
Testimonio
Pasaje clave: Apocalipsis 12:11.
Una de las armas predilectas del enemigo es atacar la honra
de los hijos de Dios. El diablo busca desacreditarnos para limitar nuestra
influencia.
Los cristianos somos un pueblo de testimonio. Nuestra vida
íntegra y llena del Espíritu Santo es nuestra mayor credencial. Por eso, san
Juan señala claramente que los santos han vencido por la palabra de su
testimonio.
Nuestra palabra ha de ser veraz para que sea efectiva.
Nuestra voz profética en la nación debe contar con el respaldo de vidas
impecables. Nuestro testimonio es un arma práctica en la guerra espiritual, es
nuestra manera de vivir imitando a Jesús. Y es lo que nos da autoridad.
Veamos en La Palabra la influencia del testimonio personal.
El mismo Señor se expuso al juicio de los religiosos, y ellos no pudieron
hallar en Él nada incorrecto (Juan 8:46). Los hijos de Esceva quisieron echar
demonios, no pudieron hacerlo por su falta de autoridad, y fueron avergonzados
(Hechos 19:14-18). Por último, los mártires cristianos a lo largo de la
historia prefirieron morir antes que afectar su testimonio, y por eso Dios los
llama vencedores.
El enemigo sabe que tú eres un cristiano en serio, y por eso
buscará por todos los medios tu caída. El Señor espera que la Iglesia sea
consecuente con la verdad de La Palabra. Esa es la Iglesia íntegra y de
testimonio que causa un impacto genuino.
Aplicación Práctica.
Toma un tiempo para evaluar en qué áreas de tu vida tu
creencia está enfrentada con tu manera de actuar. Presenta el tema en oración
delante de Dios, y procura el cambio.
Motivos de Oración.
1. Señor, renueva hoy mi anhelo profundo por la santidad, por
vivir una vida honorable e influyente, que refleje a Cristo.
2. Señor, que nuestra congregación crezca en buen testimonio
y conocimiento entre la gente del barrio.
3. Señor, que el Pueblo de Dios en la España manifieste un
testimonio poderoso que impacte las vidas.
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