No clames a
ídolos, confía en Dios
“Cuando
clames, que te libren tus ídolos; pero a todos ellos llevará el viento, un
soplo los arrebatará; más el que en mí confía tendrá la tierra por heredad, y
poseerá mi santo monte” Isaías 57:13
Sabemos por
la Biblia, en lo cual es reiterativa, que “el Señor nuestro Dios, el Señor uno
es.” (Marcos 12:29) “Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor,
el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.” (Apocalipsis 1:8) Por
tanto, todos los demás dioses de los pueblos son ídolos (Salmos 96:5) y a todos
ellos llevará el viento, un soplo los arrebatará. ¿Podrá el hombre esperar algo
de ellos cuando les clamare? Todos los ídolos son nada y sus obras vanidad;
abominación es aquel que escoge a un ídolo por su dios. (Isaías 41:24) Por todo
esto dice: “yo Jehová; este es mi nombre; y a otro no daré mi gloria, ni mi
alabanza a esculturas.” (Isaías 42:8).
El Dios
nuestro que adoramos, que alabamos, el Todopoderoso, Omnipresente y Omnisciente
es bueno y para siempre su misericordia, “Bendito el varón que confía en
Jehová, y cuya confianza es Jehová.” (Jeremías 17:7) “Bendice, alma mía, a
Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios, Él es quien perdona todas tus
iniquidades, el que sana todas tus dolencias; el que rescata del hoyo tu vida,
el que te corona de favores y misericordias; el que sacia de bien tu boca de
modo que te rejuvenezcas como el águila.” (Salmos 103:2-5)
El Señor,
Dios nuestro, es Señor de Señores y no admite sino el primer lugar en nuestro
corazón y en nuestra vida. Estamos viviendo tiempos malos y, esta es la hora en
que los verdaderos adoradores, adoraremos al Padre en espíritu y verdad; porque
también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu; y los
que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren. (Juan 4:23-24)
La gran pregunta es: ¿Estamos siendo esos adoradores que nuestro Padre
Celestial está buscando que le adoren? O somos aquellos a quienes dice: “¿Hasta
cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios,
seguidle”. (1 Reyes 18:21) Oración.
«Padre,
Señor y Dios nuestro; te doy gracias por la obra que has hecho en mi vida desde
el momento en que recibí a Cristo Jesús como mi Señor y Salvador personal,
porque a través del agua limpia de tu Palabra, me has lavado de todas mis
inmundicias y mis ídolos; y ahora, es tu Santo Espíritu quien guía mis pasos y
guía mi corazón para vivir en obediencia a ti, andando en tus caminos y
haciendo lo que es recto y agradable delante de tus ojos, para honra y gloria
de tu nombre y para bendición mía Amen. Difundiendo
el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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