Dios, satisfacción del alma
Oh Dios, tú eres mi Dios; yo te busco intensamente. Mi alma
tiene sed de ti; todo mi ser te anhela, cual tierra seca, extenuada y sedienta.
Te he visto en el santuario y he contemplado tu poder y tu gloria. Tu amor es
mejor que la vida; por eso mis labios te alabarán. Te bendeciré mientras viva,
y alzando mis manos te invocaré. Mi alma quedará satisfecha como de un
suculento banquete, y con labios jubilosos te alabará mi boca. En mi lecho me
acuerdo de ti; pienso en ti toda la noche. A la sombra de tus alas cantaré,
porque tú eres mi ayuda. Mi alma se aferra a ti; tu mano derecha me sostiene.
Salm o 63:1-8 – un Salmo de David Señor, hazme conocer tus caminos; muéstrame tus sendas. Encamíname en tu verdad, ¡enséñame!
Tú eres mi Dios y Salvador; ¡en ti pongo mi esperanza todo el día!
Salmo 25:4-5 - un Salmo de David
Salm o 63:1-8 – un Salmo de David Señor, hazme conocer tus caminos; muéstrame tus sendas. Encamíname en tu verdad, ¡enséñame!
Tú eres mi Dios y Salvador; ¡en ti pongo mi esperanza todo el día!
Salmo 25:4-5 - un Salmo de David
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