Que todo lo
que respire alabe al Señor
“Alabad a
JAH, porque es bueno cantar salmos a nuestro Dios; porque suave y hermosa es la
alabanza.” Salmos 147:2
¿Cuánto
alabas al Señor? ¿Cómo alabas al Señor?
La palabra
de Dios en muchas ocasiones nos exhorta a alabar al Señor, alabarlo al son de bocina,
con salterio y arpa, con pandero y danza, con cuerdas y flautas (Salmos
150:3-4); y es que el Señor se deleita en la alabanza de su pueblo, en aquellos
que le adoran sinceramente, en espíritu y en verdad (Juan 4:23), es el
sacrificio en el cual Dios se agrada, sacrificio de alabanza, fruto de labios
que confiesen su nombre (Hebreos 13:15-16).
Entendiendo
esto, que la alabanza es indudablemente algo que agrada al Señor e incluso un
mandato suyo, y que se nos exhorta en muchas ocasiones, nosotros como hijos
obedientes, alabemos al Señor en todo tiempo y con todo nuestro ser; cantemos
para Él, dancemos para Él, toquemos instrumentos para Él.
La alabanza
al Señor denota nuestra continua gratitud, confianza y gozo en Él, estado en el
que debemos permanecer día a día, pues confiamos en aquel que hizo los cielos y
la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay, que hace justicia a los
agraviados y da pan a los hambrientos (Salmos 146:6-7)
¡Alabado sea
el Señor! Oración.
«Dios Padre
todopoderoso, creador de todo cuanto existe, mi espíritu, mi alma y mi cuerpo
te alaban Señor, toda gloria, toda honra y alabanza sean para el único y
verdadero Dios, gracias Señor. Amen. Difundiendo
el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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