En el Amor
no hay temor
“En el amor
no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor
lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.
Nosotros le amamos a Él, porque Él nos amó primero.” 1 Juan 4:18-19
La palabra
de Dios nos dice “En el amor no hay temor” y nos está hablando de nuestra
relación con Dios; en el versículo 19 dice “Nosotros le amamos a Él, porque Él
nos amó primero”. Pero es muy curioso porque esto también se cumple exactamente
en nuestra relación con los demás y el ejemplo claro, común y sencillo lo vemos
con los niños; cuando ellos hacen alguna travesura y tienen la certeza del amor
de sus padres, van y con toda sinceridad le cuentan lo sucedido, saben que sus
papás los aman y punto, no hay nada por encima de eso. Pero caso contrario es
cuando ese niño o niña no le cuenta a sus padres aquello que hizo mal, quiere
decir que prevalece más el temor, el temor al castigo o el temor al regaño; es
decir, que aquel niño no ha sido perfeccionado en el amor, porque como dice la
palabra de Dios hoy “el perfecto amor echa fuera el temor”. Papá, Mamá,
perfeccione ese amor en su hijo, dígale que lo ama, lo perdona, que su amor por
él o ella es más importante que cualquier otra cosa.
Lo mismo
sucede con nosotros como hijos de Dios, cuando cometemos pecado y huimos de
Dios o no lo confesamos, es sencillamente porque no hemos CONOCIDO y
EXPERIMENTADO el verdadero AMOR de Dios, nos falta ser perfeccionados en el
amor, escudriñar las escrituras y apropiarnos del gran amor de Dios. (2 Pedro
1:7-9)
Le tememos
al castigo como si nuestro Dios fuera un Dios injusto, iracundo o malo, cuando
en realidad es todo lo contrario; la Biblia nos lo revela claramente, nuestro
Dios y Padre es amor, es perdón, es justicia, también es disciplina porque ¿qué
Padre que ama no disciplina? Hebreos 12:6-7.
Así que, no
temamos, acerquémonos a nuestro Padre con total confianza y certeza de su gran
amor; recordemos lo que dice el versículo 18 “Nosotros le amamos a él, porque
él nos amó primero.” Oración.
«Papito
Dios, clamo a ti “Abba Padre” porque me has dado tu Espíritu, me has amado
tanto que tu amor lo derramaste en mi corazón por medio de tu Santo Espíritu,
¡cuán grande amor mi Dios! Te pido Padre que me ayudes a experimentarlo cada
día de mi vida. Amén. Difundiendo el
mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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