domingo, 20 de diciembre de 2020

Dios tiene el control

 

Dios tiene el control


“En paz me acostaré, y asimismo dormiré; porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado.” Salmos 4:8

“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.” Filipenses 4:6-7

¿Noches de insomnio? Recuerda, Dios tiene el control.

Para nosotros a veces es muy difícil aceptar aquello que debió ser como nosotros pensábamos pero que resultó de otra manera, y nos preguntamos por qué, buscamos culpables, imaginamos si no lo hubiésemos hecho de esa forma sino de otra y cientos de pensamientos más vienen a nuestra mente; en ese momento pensamos en cualquier cantidad de cosas menos en lo que nos puede ayudar y traer paz, y lo más grave, tomamos decisiones o buscamos soluciones en el momento, en nuestra fuerza y sabiduría y sin consultarlo primero con Dios.

Olvidamos que tenemos un Dios y Padre que está por encima de nosotros y ve las cosas más allá de lo que nosotros podemos ver (Isaías 55:9); que tiene un plan y un propósito para nuestra vida (Jeremías 29:11); que promete guiarnos y sostenernos aun cuando estemos en los lugares más lejanos o escondidos de la tierra (Salmos 139:9-10); un Dios que promete suplir todas nuestras necesidades conforme a las riquezas en gloria en Cristo Jesús (Filipenses 4:19); en resumidas palabras, nos olvidamos de la grandeza de Dios por fijarnos en nuestra pequeñez.

Te invito hoy para que de manera práctica le digas a Dios cada día en tu oración, “Señor, encomiendo a ti mi camino, confío en ti, y sé que tú harás” (Salmos 37:5). Basta con poner en manos de Dios nuestra vida para que en cada circunstancia su paz llene nuestra mente y corazón y estemos seguros de que Él tiene el control.    Oración.

«Papito Dios, tengo que confesar que en ocasiones me angustio, me desespero o pierdo mi paz por cualquier actividad cotidiana que se sale de control, te pido perdón porque sé que en todo tiempo debo acercarme a ti con total confianza y entregarte todo en tus manos para que tu paz llene mi vida, te pido en el nombre de Jesús que me permitas entender que eres tú y no yo el que siempre tiene el control, gracias Señor. Amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.

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