lunes, 7 de diciembre de 2020

 


El corazón alegre es buena medicina

“El corazón alegre constituye buen remedio; Mas el espíritu triste seca los huesos.” Proverbios 17:22

“Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón; El precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos.” Salmos 19:8

Hay momentos en nuestra vida donde sentimos que se secan nuestros huesos por la tristeza, angustia, depresión y todas esas emociones o sentimientos de nuestra alma que son tan profundos, que llegan a afectar nuestra salud; de hecho, se han conocido muchos testimonios donde el dolor, incomodidad o limitación física en algunas personas eran por causa de cargas emocionales, situaciones donde había falta de perdón, rencor, envidia, entre otros. Adicional a esto, la Biblia también lo dice, en el libro de proverbios nos lo señala claramente, dice que el corazón que está contento, alegre o gozoso constituye buen remedio, pero que el espíritu o el ánimo triste seca los huesos o resta energía. Es decir, que el dolor emocional es igual o mucho más impactante en nuestra vida que el mismo dolor físico, pues en muchas ocasiones el dolor emocional lleva al físico.

Por lo que, a ese fuerte dolor emocional hay que prestarle la suficiente atención y cuidado, y el remedio o cuidado que nos brinda hoy Dios a través de su palabra es el siguiente: Salmos 19:8 “Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón; El precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos.”; esto quiere decir que, para que gocemos de buena salud, es importante poner en práctica lo que Dios nos dice a través de su palabra, porque sus principios traen alegría al corazón y un corazón alegre es la mejor medicina.   Oración.

«Papito Dios, tu Palabra Señor es mi medicina, mi alimento diario y mi esperanza; te pido Padre que me ayudes a estudiarla cada vez más para poder entenderla y vivirla de manera experimental, que me hagas un fiel testigo del poder y la eficacia de ella. Gracias Señor, porque sé que, si te pido algo conforme a tu voluntad, tú me oyes, y si me oyes ya puedo estar seguro de que me darás lo que te he pedido, Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.

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