Porque no
hay diferencia
“Pero ahora,
aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley
y por los profetas; la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para
todos los que creen en él. Porque no hay diferencia, por cuanto todos pecaron,
y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por
su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús,” Romanos 3:21-24
Todos
estábamos en pecado, destituidos de la gloria de Dios, (Romanos 3:10-18) y la
ley de Dios nos muestra esa condición, revela nuestro pecado y nos condena,
pero la justicia de Dios se ha revelado en Cristo, para ofrecer salvación para
todos los que creen en Él, y es clave la declaración de la palabra: “Porque no
hay diferencia”, ya que esta verdad deja sin argumentos toda teoría de que la
justicia de Dios, fue dada a unos pocos por su elección soberana; si bien es
cierto que Dios es soberano, su soberanía actúa de la mano de su gran amor,
permitiendo que por medio del evangelio, su justicia sea revelada por fe y para
fe (Romanos 1:17), para que por medio de la fe en Cristo, fuésemos justificados
gratuitamente por su gracia.
Todo se
trata de Cristo, si quitamos a Jesús de la ecuación, todo se vuelve confuso, ya
que el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía (Apocalipsis 19:10).
Claro que
Dios pudo tener vasos para honra y vasos para deshonra, para mostrar su gloria
y poder, su innegable majestad y soberanía (Romanos 9:22-29), y aun así, en el
amor de Cristo, quiso por medio de la fe, ser hallado por quienes lo buscan, no
por las obras que demanda la ley (Romanos 9:30-33), como contundentemente
concluye la palabra de Dios: “¿Por qué? Porque iban tras ella no por fe, sino
como por obras de la ley, pues tropezaron en la piedra de tropiezo” (Romanos
9:32).
El
entendimiento de la salvación por medio de la fe en Cristo, de su justicia
revelada por fe y para fe, nos lleva a ser transformados en nuestra conducta,
siendo poseedores de tan alto regalo y nos debe llevar a compartir el mensaje
de salvación a toda criatura, porque Dios no quiere que nadie se pierda, sino
que es paciente por amor; queriendo que todos cambien su manera de pensar. (2
Pedro 3:9). Oración.
«Padre,
quiero llevar tu mensaje de salvación y amor a todos los hombres, tu revelación
de justicia en Cristo, por medio de la fe, para que mi familia, mis amigos y
todos los que me rodean, conozcan por medio del evangelio, la salvación y el
gran amor que Dios nos manifestó en Jesús. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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