CIELOS
ABIERTOS PARA MÍ
“Después de
esto miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí,
como de trompeta, hablando conmigo, dijo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas
que sucederán después de estas. Y al instante yo estaba en el Espíritu; y he
aquí, un trono establecido en el cielo y en el trono, uno sentado”, Apocalipsis
4:1
El apóstol
Juan fue transportado al cielo en forma sobrenatural, con el fin de recibir una
revelación acerca de sucesos futuros y miró la puerta que da acceso a Dios, por
medio de Jesucristo. Cuando Juan entró por la puerta del Cielo vio el trono que
simboliza la soberanía y la autoridad absoluta de Dios.
En tiempos
anteriores, hombres usados por Dios tuvieron el privilegio de mirar en visión
los cielos abiertos; dice la Biblia: "Los cielos se abrieron y vi visiones
de Dios" (Ezequiel 1:1), manifestando su soberanía y su verdad a los que
le buscan, luego, cuando Jesús fue bautizado por Juan, Jesús vio los cielos
abiertos, y al Espíritu descender sobre Él. Esto muestra que cuando una persona
abre su corazón y su alma a las cosas de arriba, el Espíritu de Dios desciende
a su encuentro. Jesús le anunció a Natanael: “Y le dijo: De cierto, de cierto
os digo: De aquí adelante veréis el cielo abierto, y a los ángeles de Dios que
suben y descienden sobre el Hijo del Hombre (Juan 1:51). El profeta Isaías
también dice: “vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y sus
faldas llenaban el templo. Por encima de él había serafines; cada uno tenía
seis alas; con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies, y con dos
volaban. Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de
los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria. (Is.6:1-3).
Ahora, la
adoración genuina de un corazón en santidad provoca la apertura del cielo sobre
la tierra y las bendiciones hasta que sobreabunden, la adoración nos lleva al
trono de Dios y prepara el ambiente para que su presencia se manifieste. Y es
cierto que algún día los cielos se abrirán para mostrar la gloria de Cristo; y
ese día traerá un fuego de gozo a los que le hayan aceptado y obedecido, y un
temor indescriptible a los que le hayan rechazado.
Dios está
buscando adoradores, corazones con hambre de Dios, con un apasionado deseo de
conocerle, y Él responderá manifestándose en la intimidad de tu adoración, Él
te hablará, los cielos se abrirán y el Espíritu Santo vendrá sobre ti,
conocerás los secretos y diseños de Dios y entenderás con mayor plenitud el
precio que Jesús pagó por ti. Oración.
"Señor,
quisiera tener las palabras más hermosas y sublimes, el lenguaje celestial en
mis labios para decirte que eres digno de recibir gloria, honra y honor. Quiero
expresarte todo mi amor y gratitud, porque has abierto cielos al paso de mi
caminar, he visto tu bondad aquí en la tierra de los vivientes. Gracias Señor.
Amén. Difundiendo el mensaje de
Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario