Tardo Para la Ira.
“Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo
para hablar, tardo para airarse; porque la ira del hombre no obra la justicia
de Dios”.
Santiago 1:19. Santiago
comienza enseñándonos de cómo controlar nuestra ira. Controlamos nuestra ira
cuando nos enraizamos en la Palabra de Dios. Cuando nos alineamos con la
Palabra que nos ha engendrado, que nos ha formado y preservado. Y cuando caemos
en sumisión a la Palabra de Dios, nos alineamos con el carácter de Dios. La ira
es un viaje, ¿no es así? A veces comienza cuando alguien te hiere, o cuando se
te ha menospreciado o malentendido, o quizás cuando otros no reúnen tus
expectativas. Te han traicionado a la espalda, cuando has sido excluido, cuando
no se te entiende en tus deseos y en lo que quieres. A veces se te critica
justamente, muchas veces injustamente. Estás enojado. La ira es un viaje que
comienza con una emoción de estos tipos. (Puedes llenar en tu propio espacio en
blanco de cuál de estas opciones te haces enojar.)
Pero la Palabra de Dios nos da este remedio simple y
maravilloso, dos caras de una misma moneda:
Sé pronto para oír, tardo para hablar
Sé buenos oyentes y conversadores cautelosos.
Cuenta hasta diez antes de hablar, y esto te ayudará a
reducir tus pasos cuando estés de camino a la ira. Y nunca, jamás permitas que
se ponga el sol sobre tu enojo. No permitas que Satanás consiga un punto de
apoyo para otro día de ira. Te alegrarás, te prometo eso. Nosotros no podemos
hacer nada para que no digan nada de nosotros pero si esta en nuestro poder que
lo que nos digan no nos afecte en nuestro corazón. Difundiendo el mensaje de
Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para
ese propósito
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