1 Juan 1:6,7 Caminando en luz
Si decimos que estamos en comunión con él mientras caminamos
en tinieblas, somos unos mentirosos y no estamos haciendo la verdad. En cambio,
si caminamos en la luz, lo mismo que él está en la luz, estamos en comunión
unos con otros, y la sangre de Jesús, el Hijo de Dios, nos purifica de todo
pecado.
(1 Juan 1:6,7)
El texto presenta una especie de paralelismo entre los
elementos "comunión", "tinieblas", y "luz". La
estructura de la composición podría ser bosquejada así:
"La comunión con Dios no se demuestra caminando en
tinieblas"
"La comunión con el prójimo demuestra caminando en
luz"
Entonces:
La comunión con Dios y con el prójimo son manifestaciones
inseparables del andar en la luz
La idea que resalta la construcción literaria del pasaje es
que la comunión con Dios es una experiencia que no puede ser vivida sin la
comunión con el prójimo; la restauración del amor es un efecto de la
regeneración, por lo tanto, se manifiesta en la experiencia de la
reconciliación, en donde, conforme a los designios de Dios los creyentes se
convierten en el pueblo de Dios, por lo tanto, esa conexión entre comunión con
Dios y con el prójimo es inseparable.
Muchos pretendemos ser cristianos fuera de la comunidad de la
fe que es la iglesia, tal pretensión es imposible porque si caminamos en luz lo
mismo que él está en luz, estamos en comunión los unos con los otros. Si pretendemos gozar de alguna iluminación
especial pero no somos capaces de aprender a vivir en comunión con nuestro
prójimo entonces nos engañamos a nosotros mismos, "somos mentirosos y no
estamos diciendo la verdad"
¿Cómo está viviendo la comunión con su prójimo?
Antes de responder esa pregunta debe considerar unas cuantas
cosas a la luz del texto de Juan:
La comunión con la iglesia es más que asistencia dominical o
cumplimiento de una serie de rituales mecánicos. La comunión es el resultado de
la auto negación del cristiano, se manifiesta a través del sometimiento mutuo y
el amor sacrificial.
La comunión con el prójimo es más que un saludo cortés,
implica la demostración del afecto entrañable en el testimonio verdadero e
integral.
Andar en la luz y en comunión es el resultado de la obra
salvadora de Cristo, se da en el contexto de la purificación del pecado como
resultado del derramamiento de la sangre del Hijo de Dios. No la producen los libros de autoayuda, porque
aquellos tratan de cómo ganar confianza para establecer relaciones públicas con
las personas, mientras que la comunión verdadera trata acerca de amor
sacrificial por el prójimo.
¿Cómo está viviendo la comunión con su prójimo en la iglesia,
en el trabajo, en el ministerio? Difundiendo
el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito
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