Encuentro de Jacob con el Ángel. La bendición nos cambia el
nombre
El primer cuestionamiento del ángel a Jacob fue: ¿Cuál es tu nombre?
Y luego, el mismo le dijo: No se dirá más tu nombre Jacob (suplantador), sino
Israel (príncipe con Dios); porque has luchado con Dios y con los hombres, y
has vencido? (Génesis 32:27,28)
Somos transformados en su presencia
La experiencia vivida aquella noche tuvo su repercusión al
día siguiente, cuando Jacob se encontró con su hermano Esaú. Él le dijo: ¿Porque
he visto tu rostro, como si hubiera visto el rostro de Dios, pues que con tanto
favor me has recibido? (Génesis 33:10b). Para que Jacob pudiera llegar a ser un
hombre espiritual, por medio de la oración tenía que experimentar un
desprendimiento que separara su naturaleza espiritual de la natural. Dios puede
obrar en este sentido solo cuando hay una determinación firme del ser humano de
servirle de acuerdo a sus parámetros. Así como el gusano tiene que desprenderse
de su vieja naturaleza para poder convertirse en mariposa, cada creyente tiene
que desprenderse de todo aquello que lo detiene u obstaculiza en su desarrollo
espiritual, para embellecerse en ese aspecto.
Pablo, en su carta a los Corintios, da a conocer que ésta
debe ser la experiencia de todos los creyentes: ¿Por tanto, nosotros todos,
mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos
transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del
Señor? (2 Corintios 3:18).
Debemos reconocer esta verdad, que a medida que estemos en la
presencia de Dios, experimentaremos una transformación, una metamorfosis. Dios
nos ayudará a desprendernos de aquellas actitudes que han causado grietas en
nuestro carácter, pero esto solamente se puede lograr con la ayuda del Espíritu
de Dios.
Jacob es la tercera generación
Jacob representa el desarrollo del ciento cuarenta y cuatro.
En Jacob se consolida el pueblo de Israel a través de sus doce descendientes,
que vinieron a ser las doce tribus de Israel (el nuevo nombre de Jacob). Pero
Dios tuvo que moldear profundamente la vida y el carácter de este hombre para
que luego la bendición se pudiera extender a través de cada uno de sus hijos.
Pues, fue a través de los doce que vino la gran multiplicación, como las
estrellas del cielo.
Jacob lucho con el ángel hasta que obtuvo la bendición de
Dios. ¿En qué áreas de su vida necesita pasar por ese peniel? Recuerde
que establecerá una tercera generación para el Señor y es necesario ser
perseverante hasta alcanzar la bendición.
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