Hechos 9:23-25
Pasados muchos días, los judíos resolvieron en consejo
matarle; pero sus asechanzas llegaron a conocimiento de Saulo. Y ellos
guardaban las puertas de día y de noche para matarle. Entonces los discípulos,
tomándole de noche, le bajaron por el muro, descolgándole en una canasta.
Pongámonos en los zapatos de Saulo por unos momentos. En el
pasado, teníamos comodidades, estatus, prestigio y gente que nos obedecía.
Perseguíamos a aquellos que consideramos que estaban haciendo mal. Un día
tenemos un encuentro con Cristo y entendemos que debemos cambiar pues estamos
en el camino equivocado. Mientras marchamos muy contentos por nuestra nueva
revelación y entusiasmo de conocer más de Jesús y compartirlo, de repente nos
encontramos con personas señalándonos, tratando de aprehendernos y matarnos,
nos avientan piedras y recibimos insultos. ¿No estábamos mejor antes? Nos
encontrábamos del otro lado viviendo cómodamente, respetando y sin molestar y
hoy en día estamos llenos de problemas. La historia de Pablo no está tan alejada
de nuestras vidas ¿no crees? Pensamos que venir a Jesús y comprometernos con Él
significa decir adiós a nuestros problemas y la verdad no puede distar más de
esta premisa. De hecho, vemos en el libro de Deuteronomio que Dios nos prueba y
humilla para ver lo que realmente hay en nuestros corazones y lo que
atesoramos.
Procuraban matar a Saulo. ¡Qué alentador! Seguir a Cristo,
buscar un camino correcto y que la gente te busque para asesinarte. No es lo
que hubiera pensado como la mejor forma de atraer personas pero Dios así lo
puso en sus planes y fueron perfectos pues su palabra se distribuyó por todo el
mundo. Me gusta pensar en el hecho de que, a pesar de que querían matarlo, de
alguna manera milagrosa (fortuita dirían los escépticos) Saulo se entera de
esta situación y logra salir del peligro. Los discípulos juegan un papel
importantísimo al apoyarlo y arriesgar su vida también.
¿Qué aplicación podemos tomar de esto? Nuestra vida no es ni
será fácil a los ojos con los que estamos acostumbrados a ver. Debemos ser
transformados y renovados para comenzar a ver con la perspectiva de Dios y
entender que, aunque existan amenazas de muerte en nuestra contra, el Señor
tiene planes perfectos para nosotros y se encargará de que se cumplan. ¡No te
desanimes! Todo puede parecer que está de cabeza. Lo está para el mundo pero no
para Dios. Para Él apenas comienzan a desarrollarse sus planes en tu vida.
Además, no olvidemos ser como los discípulos apoyando a Saulo. Sirvamos a
nuestros hermanos. Demos no solo de nuestro dinero sino tiempo esfuerzo y
caminemos junto a ellos en sus momentos difíciles. Esto es lo que agrada a
Dios.
Oración
Padre: los problemas me han confundido y pensaba que no
estabas aquí. Hoy entiendo que debo renovar mi forma de ver las cosas y entender
que tus planes son perfectos y mucho mejores que los míos por lo que a pesar de
que no los entienda sé que será lo mejor para mí. Te pido pueda tener paz y
gozo en Ti. También te pido que pueda entregarme a mi hermano y apoyarlo como
lo hicieron los discípulos con Saulo. En Cristo Jesús. Amén
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