Hechos 6:7
Y la palabra de Dios se difundía: el número de los discípulos
aumentaba considerablemente en Jerusalén, e incluso muchos de los sacerdotes
obedecían la fe.
Prácticamente nunca terminará el trabajo de difundir el
evangelio. Llevamos ya más de dos mil años de la venida de Jesús y hoy en día
seguimos teniendo que cruzar la calle y compartir con nuestro vecino o
compañero de trabajo acerca de Jesús. Incluso dentro de nuestras propias
familias debemos estar difundiendo a Dios. A veces pensamos que el llevar la
palabra al mundo es tarea de misioneros, pero es un trabajo en conjunto.
La palabra de Dios se difundía…
¿Estás compartiendo a Dios? No tienes que traer una biblia y
dar cátedras sobre el evangelio. Simplemente cuando alguien se encuentra
atravesando una situación difícil, puedes hablarle de la paz que puede traer
Dios a su vida. También podrías compartirle de algo similar que te haya pasado
en la cual Jesús tuvo un impacto en ti. Uno de los métodos más efectivos en
mercadotecnia es la publicidad de boca en boca. Esto quiere decir que una
persona le comparte a otra su experiencia con cierto producto. Si compartimos
la película que tanto nos gustó, el restaurante que tan rico se come, el lugar
tan bonito para ir de vacaciones, prevenimos sobre los lugares que pudieran
resultar peligrosos, recomendamos doctores y así la lista sigue y sigue ¿por
qué dudamos tanto al hablar de Jesús? ¡Es la mejor recomendación que podemos
hacer! El evangelio de Jesús significa buenas noticias. ¡Eso es lo que
compartimos al mundo! Buenas noticias. En el versículo vemos que se difundía la
palabra de Dios y el número de creyentes aumentaba. ¿Cómo están nuestras
congregaciones? Nuestro deber es que estén creciendo constantemente.
Por otro lado, cuando nos dice que los sacerdotes también
obedecían la fe, nos recuerda que Dios no tiene limitantes con autoridades o
cualquier tipo de persona. Su palabra penetra tan profundo que nos deja totalmente
al descubierto, seamos sacerdotes, gobernantes, empresarios o cualquier otra
persona, al ser expuestos a la verdad de Jesús, no podemos decir ni hacer nada
a nuestro favor más que reconocernos pecadores y pedir perdón en el nombre de
Jesús. Que no te intimiden las posiciones sociales. Nuestro Dios está por
encima de todos y es a Él a quien anunciamos. Difundamos su palabra y pidamos
que sea Él quien aumente el número de discípulos que vengan a sus pies.
Oración
Padre: quiero pedirte perdón por mis pecados y que me limpies
pues quiero tener comunión contigo. Quiero pedirte que mi vida sea de servicio
para Ti y que no tenga miedo o pena al compartir de tu palabra con todos los
que me rodean. Ayúdame a entender que llevo buenas noticias y que es mi responsabilidad
compartirlas. Dame amor y perdón para poder recibir rechazos o críticas y no
disminuir o frenar esta tarea. Me encomiendo a Ti Señor en el nombre de Jesús
Amén
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