Hechos 5:33-34
A los que oyeron esto se le subió la sangre a la cabeza y
querían matarlos. Pero, un fariseo llamado Gamaliel, maestro de la ley muy
respetado por todo el pueblo, se puso de pie en el Consejo y mandó que hicieran
salir por un momento a los apóstoles.
Estos versículos son un buen ejemplo de lo que podemos
esperar cuando compartimos la verdad de Jesús. A veces no es fácil decirle a la
gente que no por considerarse “bueno” se va a ir al cielo. A veces no es fácil
decir que no está bien mentir, sí, incluyendo las mentiras “buenas”. Lo que
debemos tener siempre presente al compartir el evangelio es que no somos
nosotros los que estamos estableciendo el parámetro ni las reglas sino Dios,
por lo tanto, no debemos ser los críticos o jueces. Aún así, habrá personas que
simplemente nos quieran “matar” por compartirles a Jesús. Otras nos darán la
espalda, nos dejarán de hablar, pero, habrá una persona que quiera escuchar más
y que entregará su vida al Señor.
También nos sirve esta primera frase del versículo para
recordar que nuestra idea o concepto de cómo deberían ser las cosas no
necesariamente están en línea con lo que Dios tiene planeado. Ejemplo: cuando
compartimos de Dios o hacemos algo que consideramos bueno, esperamos que el
resultado inmediato sea bueno. ¿Te ha pasado? Pues como seguramente también te
ha pasado, habrá situaciones en las que, a pesar de estar haciendo lo correcto,
los resultados no serán lo que estabas esperando.
A pesar de que nos encontraremos con personas que rechacen a
Cristo y quieran borrarnos del planeta o que nos hallemos en situaciones
inesperadas y con gran incertidumbre, Dios, en el versículo 34 nos muestra que
está presente y tiene el control “pero un fariseo llamado Gamaliel”. En ese
entonces, la probabilidad de que los apóstoles salieran con vida del consejo no
era a su favor. Así también nosotros pasamos días y momentos que todo se ve
gris o a veces ni siquiera tenemos visibilidad. Perdemos esperanza y nuestro
gozo es nulo. Pero cuando leemos que había un fariseo llamado Gamaliel que se
levantó e hizo salir a los apóstoles, debemos recordar que, a pesar de que no
sepamos lo que vendrá, nuestro Señor es quien vive y reina por sobre todas las
cosas. Debemos ser sensibles a estas “pausas” que el Señor nos da en medio de
las tormentas. Gamaliel fue una pausa a la situación tan crítica que
atravesaban los discípulos. Dios no necesitó que Pedro diera un discurso para
cambiar las intenciones del consejo. Dios dispuso de las distintas “piezas”
para acomodar todo a la perfección. En ocasiones es necesario guardar silencio
y dejar que Él muestre el camino. En ocasiones, habrá que salir por un momento
y permitir a nuestro Dios trabajar por nosotros.
Oración
Señor: me cuesta trabajo soltar mis problemas y angustias. Me
cuesta trabajo ceder ante la incertidumbre. Se me dificulta compartir de tu
evangelio y recibir respuestas negativas. Hoy entiendo que Tú eres soberano y
reinas. Te pido que pueda cambiar mi perspectiva por la tuya y mis planes por
los tuyos para vivir conforme a tu voluntad. Te pido pueda confiar en tus planes
y que pueda guardar silencio para verte actuar en mi vida. Te lo pido en el
nombre de Jesús.
Amén
No hay comentarios:
Publicar un comentario