DECÍDETE POR CRISTO
"Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran
amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida
juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente con él nos
resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo
Jesús, para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su
gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. Porque por gracia sois
salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por
obras, para que nadie se gloríe", Efesios 2:4-9
La vida sin Cristo es incierta, porque se vive en pecados y
transgresiones, aquí la palabra pecado es “hamartía”, una palabra de caza que
significa errar en el blanco. El pecado es el fracaso en el intento de alcanzar
una meta en la vida, esto sucede porque tenemos una concepción errada de lo que
es el pecado. Para la mayoría de las personas pecado es solamente robar, matar,
mentir, adulterar, etc., pero esas realmente son consecuencias del pecado. La
Biblia describe el pecado como estar “separados de Dios”, sin tener en cuenta
al Señor para ningún asunto de nuestra vida; no tener una relación de comunión
con nuestro Creador. Eso es el pecado que nos lleva a actuar solo como creemos
y pensamos.
Transgresión viene del griego “paróptóma” que significa
resbalón o caída. Se usa para una persona que se equivoca en el camino y que
cada vez se aleja más de lo que era su destino; una persona que transita por
caminos peligrosos cada vez más lejos de la verdad. La pregunta es ¿Estamos
caminando por el camino correcto, el que nos lleva a alcanzar la meta? O
estamos caminando muertos en vida como Pablo describe a aquellos que están sin
Cristo alejados de la vida de Dios.
El efecto del pecado es mortal, el pecado mata la inocencia,
que una vez perdida no se puede recuperar. El pecado mata los ideales, cuando
ya lo hemos hecho tantas veces que ya no sentimos remordimiento y cada pecado
hace más fácil el siguiente y nos lleva a perder el propósito de vivir. El
pecado mata también la voluntad cuando nos entregamos a un placer que no
podemos evitar, porque una vez que algo se convierte en hábito crea la
necesidad y cuando permitimos que nos domine un hábito nos volvemos esclavos de
él.
Necesitamos que el Espíritu de Dios nos ayude en nuestra
debilidad y renueve nuestra mente para poder batallar con nuestra carne.
Sabemos que Dios perdona nuestro pecado, pero también entendemos que sus
efectos nocivos permanecen y quedan cicatrices difíciles de borrar.
Cuando vivimos la vida de acuerdo con los valores de este
mundo y no renovando nuestro entendimiento con el conocimiento de Cristo a
través de su Palabra será difícil ser libre. El Señor dice en Juan 8:32 “y
conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”. La Verdad es Cristo y lo
asevera en Juan 14:6 dice: “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la
vida; nadie viene al Padre, sino por mí”. El destino de todo ser humano es
retornar a Dios.
Decidámonos por Cristo, si queremos vida debemos vivir como
dice Romanos 8:6 “Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse
del Espíritu es vida y paz”. El Espíritu Santo es el único que puede
regenerarnos, no es por nuestros propios esfuerzos sino por su poder que nos
ayuda a vivir nuestra nueva naturaleza espiritual cuando dependemos de Él,
busquemos estar siempre en comunión con Dios. Oración.
"Señor Jesucristo gracias por haberme rescatado de mi
vana manera de vivir, ayúdame a no satisfacer los deseos de mi carne que me
conducen a frustración y muerte, sino que me ocupe de vivir en el Espíritu, con
una comunión verdadera y continua contigo para poder experimentar la vida
abundante, tu gozo y tu paz. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para
ese propósito.
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