PREDICAD CON LA SABIDURÍA DE DIOS
“Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el
testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría. Pues me
propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a este
crucificado. Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor; y
ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana
sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, para que vuestra fe
no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios”, 1
Corintios 2:1-5
Pablo salió de Atenas para ir a Corinto y halló a un judío
llamado Aquila, recién venido de Italia con Priscila, su mujer, y se quedó con
ellos, pues trabajaban juntos haciendo tiendas. Allí permaneció por más de un
año y medio, entregado por entero a la predicación de la palabra, testificando
a los judíos que Jesús era el Cristo.
Pablo era un hombre muy letrado que podía usar elevados
términos filosóficos y exponer seductoramente, pero no usó ese léxico, ni la
sabiduría humana para enseñar el Evangelio, tomó una posición de humildad, la
que hoy hace falta a muchos predicadores, por eso dijo: “me propuse no saber
entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo”. El centro de su predicación era
Jesucristo y su obra redentora, no lo que los corintios querían escuchar. Él ya
sabía que los judíos pedían una señal, y los griegos buscaban sabiduría (1
Corintios 1:22), pero él predicaba con la sabiduría de Dios.
La frase: “No saber entre vosotros cosa alguna” significa
colocarse al nivel de los demás, tener una mente abierta al nuevo aprendizaje.
Pablo sabía que su necesidad y sus limitaciones lo hacían débil y temeroso, por
lo cual no se apoyó en sus dotes intelectuales, ni en la más expresiva
oratoria, sino en el poder del Espíritu Santo.
Hermano, hoy el mundo requiere de hombres como Pablo,
diligentes y obreros aprobados que no tengan de qué avergonzarse y que usan
bien la palabra de verdad (2 Timoteo 2:15). Aunque la sabiduría de Dios no es
reconocida en esta época, el Espíritu de Dios te usará para hacer
demostraciones de su poder, por eso sólo fundamenta tu fe en el poder de
Dios. Oración.
"Señor, con humildad me rindo en tu presencia, ayúdame
para que de mis labios no broten palabras de humana sabiduría, sino que cada
uno de mis dichos sea como un bálsamo a los oyentes, que edifiquen, consuelen y
se persuadan a seguir tu camino. Tú eres el Cristo que murió y resucitó para
darnos vida eterna, y esa vida sólo está en ti. Gracias Señor, amén.
Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para
ese propósito.
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