CAMINAD UNA MILLA MÁS
"Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por
diente. Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que
te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra; y al que quiera
ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa; y a cualquiera
que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos. Al que te pida,
dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses", Mateo 5:38-42
La humanidad tiene dos formas de vivir: con Dios o sin Dios,
con normas conforme al Reino de Dios o conforme al estilo del mundo y es triste
que la mayoría haya escogido vivir en el mundo, determinado por el egoísmo, que
nos enseña que debemos dar lo que cada quien merece, “ojo por ojo diente por
diente” pero vivir normas que son del reino de Dios es un acto de fe y es una
decisión radical.
Jesús les habló a los judíos que estaban bajo el dominio del
imperio Romano, y en esa época si un soldado le ordenaba a un judío que le
llevara su equipaje bélico tenía que hacerlo. Pero ahora Jesús, de quien
esperaban que les quitara ese yugo de encima, les dice que coloquen la otra
mejilla derecha si alguien les pega en la mejilla izquierda y que si les quitan
la túnica entregues también la capa, y remata, que también caminen con la carga
dos millas aún si le obligaran a cargar una. Esto solo se puede cumplir cuando
vivimos bajo las normas establecidas por Dios, pues en el reino de Dios hay que
hacer más de lo que se pide.
Sabemos que no es fácil caminar la milla extra, implica
sujeción, humildad, obediencia, pero es necesario hacerlo si queremos
bendición, pues la bendición que esperamos está en la milla extra, no en la
primera.
Hermano ¿Estamos dispuestos para llevar a cabo la segunda
milla? La Biblia nos muestra muchos ejemplos de que las grandes cosas fueron
logradas en la milla extra. Jesús de Nazaret, nuestro máximo ejemplo, dio más
allá de sus propias fuerzas, se entregó a sí mismo para darnos lo mejor de él,
su propia vida. Así pues, también él espera que demos lo mejor de nosotros
motivados por el amor, para que aquellos que no han conocido a Jesucristo vean
en nosotros que él vive por medio de nuestros actos. Oración.
"Padre Celestial, quiero vivir y actuar de acuerdo a
tus normas, sabiendo que vivir la vida en Cristo no es un sacrificio sino una
consagración a ti, quiero entregarme sin límites y con gran amor. Quiero tu
ayuda para caminar siempre la milla extra, quiero recibir tu bendición. Gracias
Señor, amén. Difundiendo el mensaje de
Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para
ese propósito.
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