Cuatro Claves Para Desarrollar La Perseverancia
¿Quieres desarrollar la perseverancia en tu vida? …. Sigue
estos pasos:
1.- Entiende el valor de la perseverancia:
Muchas personas aceptan sus fracasos porque muy dentro de sí
piensan que no estaban destinadas para el éxito. Consideran que no poseen los
talentos necesarios para realizar sus sueños. Sin embargo, todos sabemos que
hay personas exitosas y personas derrotadas ¿cuál es la diferencia entre
ellos? LA PERSEVERANCIA. En Mateo 15:28 Se registra una historia de
perseverancia. Esta mujer no tenía esperanza para su hija, hasta que supo que
Jesús estaba en la región. Esta desesperada mujer vino a Jesús con su necesidad
porque creía que Él podía ayudarla. Clamó a El aun cuando todo y todos parecían
estar en su contra. A pesar de todos esos obstáculos, ella no se rindió Con
perseverancia, se abrió camino a empujones a través de los oscuros corredores
de la dificultad, la necesidad desesperada y el rechazo. ¿El resultado? Jesús
la alabó por su fe y sanó a su hija (v.28). Nada en el mundo puede sustituir la
perseverancia. Ni el talento, ni el genio, ni siquiera la educación. Todas
estas cualidades por si solas son insuficientes para el éxito si te hace falta
la perseverancia. La perseverancia tiene un poder aplastante.
2.- Considera que habrá obstáculos:
Una manera de superar los obstáculos es ¡saber que vendrán!.
Repasa las metas que te has propuesto en las diferentes áreas de tu vida. ¿Qué
obstáculos pueden impedir que las consigas? Hay obstáculos fáciles de eliminar.
Si tu meta es hacer ejercicio y no tienes los zapatos adecuados, ese es un
obstáculo, pero puedes eliminarlo ¡comprando los zapatos! Sin embargo, algunos
obstáculos no son tan fáciles de superar. Algunos tenemos limitaciones físicas,
educativas, sociales o económicas que no pueden ser eliminadas fácilmente. En
esos caso debemos recordar que: LA PERSEVERANCIA NO SIGNIFICA ELIMINAR LOS
OBSTACULOS SINO CONTINUAR BUSCANO LA META A PESAR DE ELLOS. El apóstol Pablo es un ejemplo perfecto que
ilustra esta verdad. Tenía numerosas limitaciones que lo hubieran desanimado de
perseguir su propósito en la vida, el cual era ser mensajero a los
gentiles. Era judío, tenía limitaciones físicas 2 Corintios 10:10
y la mayor de ellas, su “aguijón en la carne” que nunca se especifica en qué
consistía. La mayoría de eruditos coinciden en que debe hacer sido alguna
enfermedad. Pero sin importar lo que fuera, impedía la predicación de Pablo.
Por eso rogó a Dios que se lo quitara. 2 Corintios 12:8-9. ¿Qué aprendemos de Pablo?
Pablo siempre vio el obstáculo desde la perspectiva divina. Consideraba sus
impedimentos insuperables como una motivación para confiar en Dios, en vez de
depender de sus habilidades propias. Todos enfrentamos circunstancias que no
podemos cambiar y que tratarán de impedir que alcancemos nuestras metas.
Podemos escoger cómo vamos a responder a ellas. Podemos darnos por vencidos, o
podemos empezar a ver esos problemas como oportunidades para confiar en el
Señor.
3.- Considera que el fracaso NO ES EL FINAL:
Vivimos en una sociedad que dice: “si no triunfas de
entrada, date por vencido.” Sin embargo, aquellos que en verdad logran realizar
el propósito de su vida son los que se rehúsan a dejarse paralizar por el
fracaso. Es más, éste último es un prerrequisito para lograr el éxito. Thomas Watson, fundador de IBM dijo: “Si
quieres triunfar, duplica tu factor de fracasos”. En otras palabras, entre más
intentos hagas, más veces triunfarás. Thomas Edison, uno de los más grandes
inventores, descubrió cuando menos 1,800 formas de NO hacer un bombillo eléctrico. Babe Ruth falló 1,330 pelotas, y
sin embargo, fue considerado uno de los más grandes jugadores de todos los
tiempos. Colón pensó que había encontrado un atajo para la India cuando
descubrió América. ¡Nunca nadie se ha tropezado estando inmóvil! Lo malo es que
no sabemos cuál de nuestros esfuerzos nos va a dar el éxito, por eso debemos
seguir tratando. Es posible que Salomón tuviera esto en mente cuando escribió
Eclesiastés 11:1
4.- Considera que vas a ¡trabajar duro!:
El trabajo sin fatiga equivale a la mediocridad. El trabajo
duro es un prerrequisito del éxito en todas las áreas de nuestra vida,
incluyendo la vida espiritual. Por supuesto que
no somos salvos por obras, pero sí somos salvos para buenas obras. Pablo
escribe la gran cantidad de energía que se necesita para ser un cristiano
exitoso. 1 Corintios 9:26-27. El esfuerzo es un componente esencial en para
alcanzar el éxito en cualquier aspecto de la vida, pero este mensaje no es
popular en nuestra cultura moderna. Queremos obtener resultados inmediatos por
nuestros esfuerzos, y cuando no los vemos, nos desviamos en busca de otra
cosa. El éxito requiere trabajo y
sacrificio. Si no los hay, no hay ganancia.
¿Deseas alcanzar el propósito, objetivos y metas que Dios te
ha guiado a definir para tu vida? Entonces no busques lograrlos de inmediato y
tampoco te desanimes cuando parece que otros están progresando y tu no.
Perseverancia, negarnos a darnos por vencidos a pesar de los
obstáculos que nos pone la vida, es la actitud diligente que nos permitirá
conseguir las metas que Dios nos ha dado.
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