Cuál es tu Corona. Isaías 28.
Una corona significa poder, premio, galardón o
reconocimiento a un esfuerzo.
Es por esto que en el mundo cuando alguien exige alguna
preferencia se le dice: ¿y porque? A caso tiene corona.
Jehová nos ofrece una corona por nuestro esfuerzo y
dedicación. Esto quiere decir que tú puedes acercarte a Jehová a pedirle tan
solo un milagro y seguir igual o puedes luchar para que Jehová te de una
corona.
Una corona también puede ser lo que nos identifica ante los
demás. El orgullo o la amabilidad. V 1 “¡Ay de la corona de soberbia de los
ebrios de Efraín, y de la flor caduca de la hermosura de su gloria, que está
sobre la cabeza del valle fértil de los aturdidos del vino!”
Nuestra corona también puede ser Jehová en nosotros. V 5 “En
aquel día Jehová de los ejércitos será por corona de gloria y diadema de
hermosura al remanente de su pueblo;”
Una corona es algo sobresaliente y con mucho brillo. Si
Jehová es nuestra corona significa que tendremos que brillar o sobre salir ante
los demás.
Podemos tener corona de soberbia de orgullo de envidia de mal genio. Etc. Cuál es tu
corona si tu corona es desagradable y quieres ser libre Jesucristo puede
destruir esa corona y darte una nueva imagen. V 2-3 “He aquí, Jehová tiene uno
que es fuerte y poderoso; como turbión de granizo y como torbellino
trastornador, como ímpetu de recias aguas que inundan, con fuerza derriba a
tierra. Con los pies será pisoteada la corona de soberbia de los ebrios de
Efraín.”
Note que Jehová destruirá la corona no a l portador de la
corona. Dios no quiere acabar con el malvado Jehová quiere transformarlo
recuerda que tú y yo también teníamos coronas desagradables no nos destruyó,
nos transformó. 2 Corintios 3: 16-18 “Pero cuando se conviertan al Señor, el
velo se quitará, Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del
Señor, allí hay libertad. Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta
como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en
la misma imagen, como por el Espíritu del Señor”
Jesucristo cambia nuestra corona él nos lava y perfecciona.
1 Corintios 6: 10-11 “ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los
maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios, Y esto erais
algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis
sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro
Dios.”
El alejarnos de Jesucristo hace que sirvamos de manera desagradable. Que origina el estar
aparatados de Dios.
1. Perder la visión. Cuando perdemos la visión de Cristo nos
confundimos y hacemos que otros se confundan. V 7 “Pero también éstos erraron
con el vino, y con sidra se entontecieron; el sacerdote y el profeta erraron
con sidra, fueron trastornados por el vino; se aturdieron con la sidra, erraron
en la visión, tropezaron en el juicio.”
2. Ofrecemos cosas contaminadas. V 8 “Porque toda mesa está
llena de vómito y suciedad, hasta no haber lugar limpio” la palabra verdadera
es alimento sano y puro. Lo que damos de nuestro propio intelecto es algo
contaminado.
3. Incomprensión en lo que quiere Dios. V 9-11 “¿A quién se
enseñará ciencia, o a quién se hará entender doctrina? ¿A los destetados? ¿A
los arrancados de los pechos?, Porque mandamiento tras mandamiento, mandato
sobre mandato, renglón tras renglón, línea sobre línea, un poquito allí, otro
poquito allá; porque en lengua de tartamudos, y en extraña lengua hablará a
este pueblo,” hay muchos cristianos que por falta de conocimiento actúan como
bebes y Dios los trata como bebes.
Jesucristo nos puede dar nuevas coronas.
1. Corona Incorruptible. 1 Corintios 9: 25 “Todo aquel que
lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona
corruptible, pero nosotros, una incorruptible.”
2. Corona de Gozo. Filipenses 4: 1 “Así que, hermanos míos
amados y deseados, gozo y corona mía, estad así firmes en el Señor, amados”
3. Corona de Gloria. 1 Pedro 5: 4 “Y cuando aparezca el
Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de
gloria”
4. Corona de Justicia. 2 Timoteo 4: 8 “Por lo demás, me está
guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel
día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida.”
5. Corona de Vida.
Apocalipsis 2: 10 “No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el
diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y
tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la
corona de la vida.”
Una persona puede ponerse una corona de rey y no
necesariamente se sentirá como rey ni vivirá como un rey.
Las coronas que nos da Jesucristo no solo son para lucirlas.
Ellas hacen de nosotros lo que representan. Tu vida es lo que tu corona es,
solo Jesucristo puede transformarnos de manera verdadera y total.
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