Sé un Tito ¡anima a alguien!
“…LA PALABRA A SU TIEMPO, ¡CUÁN BUENA ES!” (Proverbios15:23b)
Algunas personas a tu alrededor, aunque tengan mucho éxito, se están muriendo “en la flor de la vida” por falta de aliciente. ¡Salomón escribió: “…la palabra a su tiempo, ¡cuán buena es!” (Proverbios 15:23b). ¿No es eso verdad? Es maravilloso recibir una palabra oportuna. Otra versión bíblica dice: “…la palabra apropiada en el momento adecuado…” ¡qué hermoso! El buen ánimo trae sanidad emocional, restaura la esperanza, pone el problema en su perspectiva, y hace que el día sea más soportable. ¿Conoces a alguien que necesita recibir ánimo? ¿Un preso que trata de mantenerse fuerte en un ambiente hostil mientras está pagando su deuda a la sociedad? ¿Una persona divorciada que intenta reconstruir su vida? ¿Un padre de familia sin trabajo que está preocupado por su familia? ¿Una viuda que carece de compañerismo? ¿Un siervo de Dios que está trabajando en un ambiente difícil de tinieblasí Cada uno está luchando con algo, y por lo tanto, cada uno precisa de aliento. Uno de los deberes humanos más sublimes es el deber de dar ánimo” es fácil reírse de los ideales de la gente, “echar un jarro de agua fría” sobre su entusiasmo, y desalentar a los demás. El mundo está lleno de tales “aguafiestas”. Pero tenemos una obligación de animarnos los unos a los otros. Muchísimas veces, una palabra de elogio, o de gracias, o de apreciación, o de enhorabuena ha mantenido a alguien en pie. Bendita es la persona que expresa tal palabra. Pablo escribió: “…de fuera, conflictos, y de dentro, temores. Pero Dios, que consuela a los humildes, nos consoló con la venida de Tito; y no sólo con su venida, sino también con la consolación con que él había sido consolado en cuanto a vosotros…” (2 Corintios 7:5-7). Así que, ¡sé un Tito y anime a alguien hoy!
“…LA PALABRA A SU TIEMPO, ¡CUÁN BUENA ES!” (Proverbios15:23b)
Algunas personas a tu alrededor, aunque tengan mucho éxito, se están muriendo “en la flor de la vida” por falta de aliciente. ¡Salomón escribió: “…la palabra a su tiempo, ¡cuán buena es!” (Proverbios 15:23b). ¿No es eso verdad? Es maravilloso recibir una palabra oportuna. Otra versión bíblica dice: “…la palabra apropiada en el momento adecuado…” ¡qué hermoso! El buen ánimo trae sanidad emocional, restaura la esperanza, pone el problema en su perspectiva, y hace que el día sea más soportable. ¿Conoces a alguien que necesita recibir ánimo? ¿Un preso que trata de mantenerse fuerte en un ambiente hostil mientras está pagando su deuda a la sociedad? ¿Una persona divorciada que intenta reconstruir su vida? ¿Un padre de familia sin trabajo que está preocupado por su familia? ¿Una viuda que carece de compañerismo? ¿Un siervo de Dios que está trabajando en un ambiente difícil de tinieblasí Cada uno está luchando con algo, y por lo tanto, cada uno precisa de aliento. Uno de los deberes humanos más sublimes es el deber de dar ánimo” es fácil reírse de los ideales de la gente, “echar un jarro de agua fría” sobre su entusiasmo, y desalentar a los demás. El mundo está lleno de tales “aguafiestas”. Pero tenemos una obligación de animarnos los unos a los otros. Muchísimas veces, una palabra de elogio, o de gracias, o de apreciación, o de enhorabuena ha mantenido a alguien en pie. Bendita es la persona que expresa tal palabra. Pablo escribió: “…de fuera, conflictos, y de dentro, temores. Pero Dios, que consuela a los humildes, nos consoló con la venida de Tito; y no sólo con su venida, sino también con la consolación con que él había sido consolado en cuanto a vosotros…” (2 Corintios 7:5-7). Así que, ¡sé un Tito y anime a alguien hoy!
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