Alumbre Vuestra Luz Delante De Los Hombres “Mateo 5:16”
Un hombre iba en su automóvil cuando otro detrás conducido por una mujer con mucha prisa iba casi pegado al suyo. Al acercarse a un cruce y ponerse el semáforo naranja, el hombre frenó. La mujer que lo seguía se puso como una fiera. Empezó a tocar el claxon, a gritar palabrotas y a hacer gestos insultantes con los dedos. Mientras seguía desvariando y despotricando, alguien le dio unos golpecitos en la ventanilla. Para su horror, miró y vio que era un policía. Éste le pidió que saliera del coche y lo acompañara a la comisaría donde la cachearon, tomaron sus duellas digitales y la pusieron en una celda. La soltaron después de un par de horas y el oficial que la detuvo le entregó sus pertenencias personales y le dijo: “Siento mucho el error, señora. Yo me acerqué a su vehículo cuando usted tocaba el claxon, hacía gestos desagradables y gritaba palabrotas. Noté que había algunos stickers y señales en varias partes del coche que decían: ¿Qué haría Jesús?, “Elige la Vida”, “Sígueme a la Iglesia” y también una con el símbolo de la paz, por lo que supuse, naturalmente, que usted había robado el coche”. Es evidente que el policía estaba siguiendo a una cristiana que no estaba haciendo muy bien su trabajo de seguir a Cristo. Al mundo le repugnan esos que llevan stickers con mensajes cristianos en el coche, tienen libros cristianos en la estantería, escuchan emisoras cristianas de radio y televisión, llevan símbolos cristianos en el cuello, compran vídeos cristianos para los hijos, ponen revistas cristianas en la mesita de café, pero no reflejan a Jesús en su vida ni llevan a Jesús en su corazón. ¿Cuál es la respuesta? ”
Alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos”. (Mateo 5:16).
Un hombre iba en su automóvil cuando otro detrás conducido por una mujer con mucha prisa iba casi pegado al suyo. Al acercarse a un cruce y ponerse el semáforo naranja, el hombre frenó. La mujer que lo seguía se puso como una fiera. Empezó a tocar el claxon, a gritar palabrotas y a hacer gestos insultantes con los dedos. Mientras seguía desvariando y despotricando, alguien le dio unos golpecitos en la ventanilla. Para su horror, miró y vio que era un policía. Éste le pidió que saliera del coche y lo acompañara a la comisaría donde la cachearon, tomaron sus duellas digitales y la pusieron en una celda. La soltaron después de un par de horas y el oficial que la detuvo le entregó sus pertenencias personales y le dijo: “Siento mucho el error, señora. Yo me acerqué a su vehículo cuando usted tocaba el claxon, hacía gestos desagradables y gritaba palabrotas. Noté que había algunos stickers y señales en varias partes del coche que decían: ¿Qué haría Jesús?, “Elige la Vida”, “Sígueme a la Iglesia” y también una con el símbolo de la paz, por lo que supuse, naturalmente, que usted había robado el coche”. Es evidente que el policía estaba siguiendo a una cristiana que no estaba haciendo muy bien su trabajo de seguir a Cristo. Al mundo le repugnan esos que llevan stickers con mensajes cristianos en el coche, tienen libros cristianos en la estantería, escuchan emisoras cristianas de radio y televisión, llevan símbolos cristianos en el cuello, compran vídeos cristianos para los hijos, ponen revistas cristianas en la mesita de café, pero no reflejan a Jesús en su vida ni llevan a Jesús en su corazón. ¿Cuál es la respuesta? ”
Alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos”. (Mateo 5:16).
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