Seguir a CRISTO es sufrimiento en la carne pero muy fortalecido en el ESPÍRITU
. Pero la
carne no es eterna mas el ESPÍRITU SI ES ETERNO
y seguir a la carne es condenación eterna. Mas seguir al ESPÍRITU ES VIDA ETERNA CON CRISTO JESÚS SEÑOR NUESTRO.
Y este es el verdadero evangelio que vale más que todas las riquezas de este
mundo. HUYE DE LOS QUE PREDICAN
SOLAMENTE PROSPERIDAD ECONÓMICA. 2 Corintios 4
1. Por lo cual, teniendo nosotros este ministerio
según la misericordia que hemos recibido, no desmayamos.
2. Antes bien renunciamos a lo oculto y vergonzoso, no
andando con astucia, ni adulterando la palabra de Dios, sino por la
manifestación de la verdad recomendándonos a toda conciencia humana delante de
Dios.
3. Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, entre
los que se pierden está encubierto;
4. en los cuales el dios de este siglo cegó el
entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del
evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios.
5. Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a
Jesucristo como Señor, y a nosotros como vuestros siervos por amor de Jesús.
6. Porque Dios, que mandó que de las tinieblas
resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para
iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo.
7. Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para
que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros,
8. que estamos atribulados en todo, mas no
angustiados; en apuros, mas no desesperados;
9. perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero
no destruidos;
10. llevando en el cuerpo siempre por todas partes la
muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros
cuerpos.
11. Porque nosotros que vivimos, siempre estamos
entregados a muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se
manifieste en nuestra carne mortal.
12. De manera que la muerte actúa en nosotros, y en
vosotros la vida.
13. Pero teniendo el mismo espíritu de fe, conforme a
lo que está escrito: Creí, por lo cual hablé, nosotros también creemos, por lo
cual también hablamos,
14. sabiendo que el que resucitó al Señor Jesús, a
nosotros también nos resucitará con Jesús, y nos presentará juntamente con
vosotros.
15. Porque todas estas cosas padecemos por amor a vosotros,
para que abundando la gracia por medio de muchos, la acción de gracias
sobreabunde para gloria de Dios.
16. Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro
hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en
día.
17. Porque esta leve tribulación momentánea produce en
nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria;
18. no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las
que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven
son eternas.
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